Y bien, ¿qué es lo que tenemos en esta ocasión? Pues hora y media de auténtico deleite. Sin altibajos. Con una banda sonora que se ajusta a las imágenes como un calcetín recién estrenado y con un guión sólido y sin fisuras. Porque el cine negro también nos dejó maravillas como "Noche en la ciudad" sin necesidad de hacer uso de las señas de identidad del género: ni femme fatale arquetípica, casi que ni el humo de un pitillo, ni un solo disparo... Ni tan siquiera una trama enrevesada. ¿Que cómo diantres lo consigue entonces? Pues manejando como pocos supieron hacerlo dos elementos ─casi dos personajes, diría yo─ de vital importancia en este tipo de producciones: la noche y el engaño, o lo que es lo mismo, técnica e interpretación. ¿No sienten curiosidad? Pues ya saben: "Noche en la ciudad", dirigida por Jules Dassin en el año 1950.
Mención especial para Gene Tierney, que vuelve a encarnar a un personaje absolutamente encantador: la abnegada y enamoradísima pareja de nuestro liante protagonista.
Existe una versión posterior (año 1992), protagonizada por Robert De Niro y Jessica Lange (por cierto, me encanta esta actriz), que poco o nada tiene que ver con esto. ¡Bah, olvídense! Céntrense en la de 1950. Tan sólo les digo que logró entrar en mi Top Ten particular del género desde el mismo instante en que la vi por primera vez.
Marcos Callau, desde "El Sueño Eterno", nos reseña estos días otro gran trabajo de este director: "Rififi". Por si queréis ir de Londres a París.