Algunas canciones como la que os presento en esta entrada y, principalmente, sus ya famosas y recurrentes bromas acerca del alcohol cada vez que él y sus colegas del Rat Pat actuaban en algún casino de Las Vegas, son dos de las razones que más contribuyeron a alimentar la no del todo cierta fama de bebedor que tenía Dean Martin (se dice que cuando salía al escenario los vasos sólo contenían zumo de manzana).
Protagonizar películas como Río Bravo, en las que no le importaba aparecer como un borrachuzo empedernido, tampoco ayudaba mucho a hacer olvidar su característica imagen dipsomaníaca. No todo el mundo se presta a este tipo de juegos; hay que gozar de un envidiable sentido del humor y tener una filosofía de la vida bastante particular. Este hombre la tenía.
Presten atención a la letra, no tiene desperdicio. Siempre me pareció que el inconfundible fraseo de Dino, ese mismo que años más tarde intentaría imitar Elvis en sus baladas (ya os pondré algún ejemplo de esto en futuras entradas), se asemeja bastante en esta canción al balbuceo de quien lleva ya más de una copa encima...
"Little ole wine drinker, me"
I'm praying for rain in California
So the grapes can grow and they can make more wine
And I'm sitting in a honky in Chicago
With a broken heart and a woman on my mind
I matched the man behind the bar for the jukebox
And the music takes me back to Tennessee
And he asked who's the fool in the corner crying
I say a little ole wine drinker, me
I came here last week from down in Nashville
'Cause my baby left for Flor’da on a train
I thought I'd get a job and just forget her
But in Chicago, the broken heartache's still the same
I matched the man behind the bar for the jukebox
And the music takes me back to Tennessee
When they ask who's the fool in the corner crying
I say a little ole wine drinker, me
I say a little ole wine drinker, me