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viernes, 2 de marzo de 2012

A revueltas con el kippel



¿Por qué almacenaremos tantas chorradas en nuestros ordenadores? Por más que lo intento, nunca consigo limpiar y organizar el disco duro como quisiera. Puñetero kippel... Lucha perdida. Cuanto más espacio se tiene, más cosas inútiles se acumulan.

Dicen que no hay nada más necesario que lo superfluo... ¿Será cierto, o sólo una excusa más para quedarnos tranquilos y sentirnos bien?


jueves, 20 de enero de 2011

Cadenas, no gracias

Curiosidades, juegos, fotografías y hermosos relatos fantásticamente escritos son algunas de las principales bazas del blog de Montse: Isensebotanic. El maravilloso buen humor que irradia siempre su autora es otra de sus virtudes. ¡Alégrense el día!.


Me hace gracia cuando recibo algún correo de esos que se llaman “cadenas” y que seguro que todos habéis recibido en más de una ocasión.
Son como las antiguas cadenas de escritos que había que copiar de puño y letra y enviar a 10 personas con una peseta (estoy hablando de cuando yo era niña, es decir de hace milenios) y que al cabo de equis tiempo se supone que recibirías 1.000 o 10.000 pesetas, no recuerdo bien. Por aquel entonces, mi padre, que era un fanático de las matemáticas, ya murmuraba ¡pamplinas!
Ahora no, ahora dicen algo así como que reenvíes el correo a 10 amigos y al cabo de equis días algo maravilloso ocurrirá en tu vida y si no lo haces tu vida será triste y gris para el resto de tu existencia ¡Qué melodrama!.
Pues bien, ya sea por deformación profesional o porque no creo en tales maleficios y muchísimo menos si estos vienen de no se sabe quién, he hecho unos cálculos, que no me atrevo a calificar de científicos, pero que nos pueden ayudar.


Imaginemos que recibimos un correo y lo reenviamos a 10 amigos, que nos maldecirán durante largo tiempo.
El cálculo de probabilidades de que al cabo de 48 horas nos pase algo maravilloso en nuestra vida es totalmente improbable. Me explico… calculemos una media de edad entre 30 y 50 años (media bastante amplia ¿eh?) lo que supone una media de 14.600 días, de los cuales ¿cuántos días maravillosos hemos vivido? Me refiero a días realmente excepcionales, como el día que te enamoraste, el primer beso, una noche loca de amor, te tocó la lotería, recibiste un premio, y cosas más o menos así de poco habituales. En definitiva ¿cuántos días diríamos? Yo, a tenor de mi experiencia personal, creo que esas cosas pasan una vez en la vida, si es que pasan, así que contaría con 5 días maravillosos.
Así pues, siguiendo con el cálculo, 5 días entre 14.600 días de media de vida hacen un 0,03% de probabilidad de que te ocurra algo maravilloso ¡casi imposible!


Ahora veamos lo contrario, aunque no hace falta ya que el caso es realmente muy similar, pero de todos modos, comprobémoslo…
Imaginemos que NO enviamos los correos a los amigos, con lo que les hacemos un favor y el recibido lo remitimos a la bandeja de eliminados. ¡Ay, aquí los temerosos se llevan un disgusto! Y si por aquellas casualidades al día siguiente pinchan la rueda del coche se dicen : ¡Ves, eso me pasa por no haber hecho caso del mensajito!
Pero no nos engañemos y vamos a analizarlo. Si tomamos la misma media, es decir los 14.600 días de vida ¿cuántos días de desgracias hemos sufrido?, teniendo en cuenta de que en una larga enfermedad sólo debe contar el primer día y que pinchar una rueda tampoco no es una desgracia como tal, yo creo que sin ser un “gafe” la cantidad de días horribles bien podrían ser el doble que los maravillosos, así que contaremos 10 días y nos da un 0,06% de probabilidad. ¡Un porcentaje bajísimo!




No sé a vosotros, pero para mí las matemáticas son la esencia de la vida, está clarísimo y por eso puedo afirmar y afirmo… cadenas, no gracias.






PD : Para Kine, de NO TODO ES KIPPEL y su concurso con todo cariño.

martes, 18 de noviembre de 2008

Acerca del kippel

«Kippel son los objetos inútiles, las cartas de propaganda, las cajas de cerillas después de haberse gastado la última, el envoltorio de un chicle o el periódico del día anterior. Cuando no hay gente, el kippel se reproduce. Por ejemplo, si se va usted a la cama y deja un poco de kippel en la casa, cuando se despierta a la mañana siguiente hay dos veces más. Cada vez hay más»

«Esa es la primera Ley de Kippel. El kippel expulsa al no-kippel»

¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? (Philip K. Dick, 1968)


¡Cuánta razón tenía Philip K. Dick al hablar del kippel y sus propiedades!, y si no, prueben a dejar de limpiar y ordenar sus casas durante unas semanas y ya verán cómo el kippel, con el polvo y la basura a la cabeza, se adueña de todo.

Pero entre las innumerables fuentes de kippel que existen quizá sea Internet la mayor de todas ellas, porque el kippel también se hace fuerte en la Red: pop-ups, banners, spam, spyware, troyanos, gusanos... y millones y millones de páginas de (des)información entre las cuales cada vez es más difícil encontrar lo que se busca; la kippelización avanza. De hecho, esto es más o menos lo que establece la Segunda Ley de la Termodinámica: "la entropía de un sistema aislado tiende a incrementarse con el tiempo". Es sólo cuestión de tiempo que reine el Caos en el Universo.

No obstante, y para nuestra fortuna, no todo es kippel aún en la Red. A la hora de buscar algo tan sólo hay que tener un poco de perspicacia, paciencia (mucha paciencia) y, por supuesto, suerte. Ustedes ya la tuvieron al entrar en este blog...