
«Según Hitler, toda propaganda tiene que limitar su nivel intelectual para que lo entienda el más estúpido del público. El banal "¡blanco contra negro!" en lugar de ideas complejas... El tema debe ser explosivo... Nada de palabras sabias. Hay que despertar la ira y la pasión y echar leña al fuego hasta que la multitud se vuelva loca».
«Después de leer Mein Kampf, Joseph Goebbels se preguntaba: "¿quién es este hombre?, ¡mitad plebeyo, mitad dios! ¿El Cristo verdadero, o sólo san Juan?" Le veía como un genio y le quería como amigo. El 19 de abril de 1926 escribió en su diario: "Adolf Hitler, te quiero"».
«La debilidad de la oposición es la fortaleza del régimen».
Ian KERSHAW
(Adolf Hitler)