Dos recomendaciones para el fin de semana: "Duelo al sol" (King Vidor, 1946) y "El último atardecer" (Robert Aldrich, 1961), dos grandes dramas ambientados en el oeste americano. El primero, con un desenlace a pleno sol. El segundo, con duelo al ocaso. Denominador común, aparte del género y Joseph Cotten (actor que realiza un papel muy distinto en una y otra película), su argumento: una mujer, dos hombres y tensión cortante.
Pasión y tormento en ambos tríos, actuaciones de medalla y laurel, y un buen puñado de frases lapidarias y sentenciosas, de esas que los guionistas de antaño acostumbraban a poner en boca de sus personajes.
El impresionante Technicolor de "Duelo al sol", con el color al borde de la saturación en algunos planos, y la simpática cancioncilla que el personaje interpretado por Kirk Douglas no puede dejar de silbar en "El último atardecer", de seguro perdurarán en vuestra memoria. Os las llevaréis a la cama mientras os va venciendo el sueño.
Una para el sábado y otra para el domingo. Quien se aburre es porque quiere. Por cierto, para todo aquel a quien pueda interesar, mis diez del oeste (aquí).
Nota: El título de la entrada, además de ir en contra de toda ley matemática, es una suerte de galimatías con el que relaciono el número de personajes principales total y la cantidad de supervivientes.
Pasión y tormento en ambos tríos, actuaciones de medalla y laurel, y un buen puñado de frases lapidarias y sentenciosas, de esas que los guionistas de antaño acostumbraban a poner en boca de sus personajes.
El impresionante Technicolor de "Duelo al sol", con el color al borde de la saturación en algunos planos, y la simpática cancioncilla que el personaje interpretado por Kirk Douglas no puede dejar de silbar en "El último atardecer", de seguro perdurarán en vuestra memoria. Os las llevaréis a la cama mientras os va venciendo el sueño.
Una para el sábado y otra para el domingo. Quien se aburre es porque quiere. Por cierto, para todo aquel a quien pueda interesar, mis diez del oeste (aquí).
Nota: El título de la entrada, además de ir en contra de toda ley matemática, es una suerte de galimatías con el que relaciono el número de personajes principales total y la cantidad de supervivientes.