Nueva incursión de Scorsese en el terreno del thriller psicológico, después de firmar "El Cabo del Miedo" (1991) e "Infiltrados" (2006). Esta vez, con el que viene siendo su actor fetiche en los últimos años: Leonardo DiCaprio (y van cuatro).
El acabado final es brillante y las interpretaciones están a la altura. Y es que, a pesar de lo que diga una gran mayoría, el que fuera el pasajero más famoso del RMS Titanic me sigue pareciendo un actor más que solvente. Eso sí, no le den un papel de tipo duro porque no cuela...
No obstante, pese a lo dicho, tras ver la película a uno le asalta la sensación de que con el planteamiento inicial y la ambientación que logró crear se podría haber llegado mucho más lejos. Tristemente, no ha sido el caso.
No sé si será problema de la adaptación, pues no he leído la novela de Dennis Lehane ni está entre mis planes, o simplemente falta de inspiración, pero la cuestión es que una vez más el amigo Marty vuelve a quedarse en ese desagradecido terreno en el que suelen moverse los thrillers de sobremesa. En líneas generales muy bien realizado, sí, pero con un cierto tufillo televisivo que no acaba de convencer; todo suena a mil veces visto.
Lo mejor: su arranque. La imagen de esa barcaza que va adquiriendo forma poco a poco tras atravesar una espesa cortina de niebla hacía presagiar algo grande.
Lo peor: algunos planos y movimientos de cámara artificiosamente cinematográficos (como si tuviera que demostrar algo a estas alturas), el uso de ciertas transparencias bastante cutres (y ahí queda todo el parecido que pueda guardar esta cinta con el glorioso serie B de los 50) y su gran previsibilidad; antes de la primera media hora ya se sabe cómo acabará todo. Craso error, cuando hablamos de un thriller...
Me queda la duda de si en un segundo visionado podrán apreciarse o no "pistas" sobre el desenlace en el personaje interpretado por Mark Ruffalo; a eso no le presté demasiada atención. Es en él en quien me fijaría esa segunda vez. Pero eso ya lo dejamos para el DVD...
Resumiendo, que está bien pero tampoco será consagrada. Correcta sin más (no entiendo cómo puede estar gustando tanto).
Y no es por llevar la contraria, ni mucho menos. Sinceramente, creo que se trata de un divertimento de lo más grato y digno que cuenta a su favor con muchas más cosas para ser recordada que el 90% de las producciones cinematográficas que hayan podido surgir en esta última pobre y triste década (y no estoy hablando de las 3D precisamente). Sin lugar a dudas, arriesga mucho más que Shutter Island. Sin embargo, no le dediqué una entrada. ¿Por qué? Pues no sé, quizá es más arriesgado hablar ahora de Scorsese. A Cameron ya le cayó lo suyo (dinero incluido)... ;-)