Ayer se fue uno de los Grandes. Más allá de escándalos, polémicas, controversias y una cara ciertamente extraña en los últimos tiempos, Michael Jackson era, por encima de todo, un extraordinario artista con más de 40 años de carrera a sus espaldas. Bailarín, cantante, compositor y una de las más grandes -y también excéntricas- estrellas mediáticas del Siglo XX.
Mucho me temo que en las próximas horas/días/semanas nos tocará escuchar cómo, esos mismos que hace tan sólo unos meses pretendían hundirlo regodeándose en el amarillismo, se deshacen ahora en loas y alabanzas hacia el Rey del Pop, porque, como acertadamente diría Jardiel Poncela en su día: "si queréis los mayores elogios, moríos". Es triste, pero así funciona.
Michael Jackson, Requiescat In Pace.
PD: El repunte en las ventas de discos es también algo inminente...
3 comentarios:
Cuando escuché la noticia esta mañana no podía creerlo, y creo que todavía estoy en estado de shock, no puedo creerlo.
Michael Jackson va unido a mi adolescencia, más aún forma parte de ella, de mis recuerdos, de mi memoria, y sobretodo, fue, es y será un genio irrepetible.
Y sobre los dimes y diretes, ha sido el artista que más dinero ha dedicado a causas sociales, que eso parece olvidársele a mucho chismosito que anda por ahí suelto.
Me gustó entrar hoy a tu blog y descubrir que le dedicaste una entrada.
Y sí, cien por cien de acuerdo contigo en lo de esa filosofía de algunos de joder a los vivos y glorificar a los muertos, esas personas me dan pena, pena y asco, por cierto.
Un beso
Reconozco que ver el titular de la noticia impreso en el diario de la mañana me produjo un repentino escalafrío y cierta incredulidad. Es lo que tiene el factor sorpresa; las pérdidas son siempre tristes, pero si no te las esperas, como que te dejan peor cuerpo aun.
Gracias por el comentario. Besos.
Fue grande, muy grande. Una lástima la evolución de los últimos años. pero evidentemente el tiempo lo pondrá en su lugar: una figura fundamental de la música pop
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