Catalogar una película como la mejor de la historia del cine y no decir nada es prácticamente lo mismo, porque, nos guste o no, el cine, por el mero hecho de ser un arte, es algo completamente subjetivo. Ni existe la magnitud física capaz de cuantificar la calidad cinematográfica de una cinta ni sería lícito definirla. Por tanto, preferiría comenzar esta entrada diciendo que Blade Runner es, simplemente, la respuesta a la pregunta del título.
A día de hoy, y desde hace ya bastantes años, se podría decir que es la película que mejores momentos me ha hecho pasar. A mi modo de entender el cine, la sigo viendo un peldaño por encima de títulos tan emblemáticos como pueden ser Río Bravo, El Sueño Eterno o Taxi Driver, por citar otras tres películas por las que también siento especial predilección.
La descubrí un día por casualidad a través de su banda sonora, en un programa de radio que la usaba como sintonía y, desde entonces, no he dejado de sentir fascinación por todo lo que la rodea. Fue uno de los primeros trabajos que me hizo ver cuán grande puede llegar a ser esto del Cine. Una película que vuelve a renovarse en cada visionado; difícil es que me ponga a verla y no descubra un nuevo detalle. Un trabajo fascinante, sugerente, emotivo, cautivador de principio a fin, repleto de momentos inolvidables. Sin ir más lejos, el comienzo del film, con ese espectacular plano de una futurista ciudad de Los Angeles y esas llamaradas que se alzan al cielo mientras de fondo suenan los primeros acordes del fastuoso tema central compuesto por Vangelis, es algo que aún me eriza el vello. Magistral, sublime, insuperable. Me quedo sin calificativos para ponderar como se merece esta obra de arte. Y en pantalla grande ya es el súmmum.
Una cinta portentosa, el mayor hito en el cine de ciencia ficción junto con "2001: Una Odisea del Espacio". Una película por la que no pasan los años. No sé con quién demonios pactaría Ridley Scott en aquella época para acabar realizando este trabajo, pero la verdad es que no ha vuelto a acercarse, ni de lejos, a esas cotas de talento.
La fusión perfecta entre el más puro cine negro y la mejor ciencia ficción, con un guión extraordinario, una banda sonora antológica y unas interpretaciones memorables, pese a que alguno de los actores que en ella participaron, léase Harrison Ford, no quedara muy satisfecho con el resultado final (según tengo entendido el montaje del director le gusta ya algo más...).
Con una cuidadísima dirección artística (tuvieron el detalle de nominarla al Oscar en este apartado), y unos efectos especiales la mayoría aún artesanales (basados en el uso de maquetas y trucos de cámara al viejo estilo), el gran poder evocador de sus imágenes y la capacidad que tiene para hacernos reflexionar sobre temas tan trascendentales como la vida, la muerte y los recuerdos (en El curioso caso de Benjamin Button volverían a abordarse nuevamente estos temas desde otra perspectiva también bastante interesante), la convierten, por derecho propio, en uno de los mayores clásicos de la etapa moderna. Si existen las obras maestras, ésta, sin lugar a dudas, es una de ellas.
A día de hoy, y desde hace ya bastantes años, se podría decir que es la película que mejores momentos me ha hecho pasar. A mi modo de entender el cine, la sigo viendo un peldaño por encima de títulos tan emblemáticos como pueden ser Río Bravo, El Sueño Eterno o Taxi Driver, por citar otras tres películas por las que también siento especial predilección.
La descubrí un día por casualidad a través de su banda sonora, en un programa de radio que la usaba como sintonía y, desde entonces, no he dejado de sentir fascinación por todo lo que la rodea. Fue uno de los primeros trabajos que me hizo ver cuán grande puede llegar a ser esto del Cine. Una película que vuelve a renovarse en cada visionado; difícil es que me ponga a verla y no descubra un nuevo detalle. Un trabajo fascinante, sugerente, emotivo, cautivador de principio a fin, repleto de momentos inolvidables. Sin ir más lejos, el comienzo del film, con ese espectacular plano de una futurista ciudad de Los Angeles y esas llamaradas que se alzan al cielo mientras de fondo suenan los primeros acordes del fastuoso tema central compuesto por Vangelis, es algo que aún me eriza el vello. Magistral, sublime, insuperable. Me quedo sin calificativos para ponderar como se merece esta obra de arte. Y en pantalla grande ya es el súmmum.
Una cinta portentosa, el mayor hito en el cine de ciencia ficción junto con "2001: Una Odisea del Espacio". Una película por la que no pasan los años. No sé con quién demonios pactaría Ridley Scott en aquella época para acabar realizando este trabajo, pero la verdad es que no ha vuelto a acercarse, ni de lejos, a esas cotas de talento.
La fusión perfecta entre el más puro cine negro y la mejor ciencia ficción, con un guión extraordinario, una banda sonora antológica y unas interpretaciones memorables, pese a que alguno de los actores que en ella participaron, léase Harrison Ford, no quedara muy satisfecho con el resultado final (según tengo entendido el montaje del director le gusta ya algo más...).
Con una cuidadísima dirección artística (tuvieron el detalle de nominarla al Oscar en este apartado), y unos efectos especiales la mayoría aún artesanales (basados en el uso de maquetas y trucos de cámara al viejo estilo), el gran poder evocador de sus imágenes y la capacidad que tiene para hacernos reflexionar sobre temas tan trascendentales como la vida, la muerte y los recuerdos (en El curioso caso de Benjamin Button volverían a abordarse nuevamente estos temas desde otra perspectiva también bastante interesante), la convierten, por derecho propio, en uno de los mayores clásicos de la etapa moderna. Si existen las obras maestras, ésta, sin lugar a dudas, es una de ellas.
El que no la haya visto ya sabe lo que tiene que hacer. Ni me molesto en esbozar el argumento porque esto hay que verlo, no te lo pueden contar. Blade Runner es, ante todo, espectáculo visual; contado perdería.
5 comentarios:
Sin duda un clasicazo y quizá el mejor Ridley Scott.
Echa una visual, a ver si te convence...
http://elindefilocinesnable.blogspot.com/2008/05/mitologa-y-modernidad.html
Hola Zoe! Totalmente de acuerdo con lo que comentas de Blade Runner. Es un peliculón y un clásico inolvidable, para mí lo mejor de Ridley Scott, con unos geniales Harrison Ford y Rutger Hauer. Una pena que en su día no tuviera el éxito que se merecía...
Saludos! ;)
if only you could see what I´d seen with "your eyes"
we´re not computers Sebastian, we´re physicals...
you play beautifully...
[ te recomiendo el juego pero a saber donde encontrarlo...je je ...
http://www.mundodvd.com/showthread.php?t=57606
no sé no sé...]
King Nothing:
No quería parecer muy freaky pero la verdad es que tengo casi todo lo relacionado con Blade Runner: película en sus distintos montajes, guión, documentales, charlas-coloquio, banda sonora, libro, póster original y, por supuesto, videojuego (la mejor aventura gráfica a la que he jugado. Y eso que ya tiene sus añitos...). Ni que decir tiene que el videojuego es original. Faltaría más. ;)
Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios. Un saludo!
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