Si me siento a la mesa es para comer, no para contemplar el plato como si de un lienzo se tratara. Tonterías, las precisas. Y con la comida no se juega.
¡Muy bien dicho!, estoy contigo. Dame un plato de paella o un pollo asado y quítame la tontería de la "nueva cocina" minimalista y artística. A pintar con pinceles y óleos (pasteles, acuarelas...) como toda la vida.
"Tonterías, las precisas. Y con la comida no se juega."
Jajaja! Te imagino mirando el plato y maldiciendo al chef. Lo que hace falta es buena cocina, en cantidades normales, y ya está. Se puede hacer un plato con combinaciones de sabores de lo más original y sofisticado, pero ¿por qué no dar una ración normalita? Tampoco me gustan los platos llenísimos, me empacho antes de empezar.
Ahí le ha dado usted, amigo, ahí le ha dado. Donde esté una buena tortilla de patatas que se quite una desestructuración de huevo con emulsión de tubérculo de esas. La comida es para comer, no para ir de fashion por la vida. un saludo
Alguna vez he probado algunos de estos platos de la llamada nueva cocina y me entra la risa cuando veo esos platos en los que casi hay que buscar con lupa la comida. Y la cara de tontos que se nos queda a todos...
De acuerdo con Elvira. Buena cocina en cantidades normales, que los platos demasiado llenos también me agobian..
Casi nada lo que usted ha dicho, Marcos: pollo asado y paella. Mmmhhh! :-7 Saludos.
A veces, Elvira, no sabe uno si coger los cubiertos o hacerle una foto al plato, jeje... Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, Crowley. Y la tortilla de patatas uno de los platos estrella de nuestra gastronomía. Rico, rico! ;-) Saludos.
Yo los he probado poco, Myra; en celebraciones, y porque no había más remedio, jeje... Un plato nunca está demasiado lleno, eso es que no se tiene suficiente hambre... Lo que sucede es que las mujeres os preocupáis demasiado por la figura ;-) Me alegro de que te gustara la entrada. El mejor postre: un beso. Pues eso, besos.
No te creas, David, que la cocina tradicional ya empieza a verse influenciada por su hermana rica (y tonta). Y es que a veces se encuentra uno el filete debajo de una hoja de lechuga y esas cosas... Los platos -y me refiero al continente, no al contenido-, cada vez más grandes; y lo de hacer trazos con las salsitas y dejar un punto aquí y otro allá también está muy de moda, jeje... En fin, qué le vamos a hacer, es lo que hay. Saludos.
El precio de estas cosas es prohibitivo, Sese, aunque no me importa; no las consumo... Donde se ponga un buen serranito que se quite todo lo demás ;-) Gracias por la visita. Un saludo.
Compa Kinezoe; los que, como es mi caso, tenemos buen saque, no podemos más que compartir tu "visión del asunto". Por otro lado, y dejando a un lado las querencias personales, tengo la impresión de que, de un tiempo a esta parte, se ha generado un boom totalmente artificial alrededor de estas tendencias culinarias que no siempre está justificado. Pero es sólo una impresión; al fin y al cabo, es un mundo al que, prácticamente, no me acerco, mis gustos son bastante más rústicos...
Jajaja, yo me muero por cosas tan básicas como una tortilla o unas lentejas, pero las frivolidades culinarias me ponen nerviosa (sobre todo porque no sé lo que como!). Pero si deciden experimentar, al menos que la ración sea abundante, que para pasar hambre ya habrá otros momentos.
Todo esto teniendo en cuenta que yo no puedo permitirme los restaurantes donde se cocinan esas cosas raras con espumas, reducciones y emulsiones :D
La cocina de diseño, es eso "diseño" más que cocina. Como "cata" para curiosear sabores abstractos no está mal, pero "pa comer" como Dios manda no hay nada como nuestra cocina tradicional. ¡Ese jamón, esa tortilla, esos asados, esos caldos, esa fabada, este pescadito frito!
Ummmmm, me está entrado un hambre!!! y estoy totalmente de acuerdo con usted, querido Kinezoe.
Manuel Márquez, aquí otro que tiene "buen saque". Mis gustos son también más de andar por casa. Gracias por tu visita, amigo. Un abrazo.
Lillu, compartimos gustos: una tortilla, un buen potaje, una buena ensalada o ensaladilla... Y raciones generosas, que como bien dices, ya habrá tiempo para pasar hambre ;-) El Bulli es quizá el paradigma de este tipo de restaurantes con un precio promedio de 300 €/persona. Cocina molecular lo llaman... ¡Venga ya, hombre, y vete con la física a otra parte!. Si yo lo que tengo es hambre, jeje... Saludos.
Montse, me alegra saber que no tendría ningún problema si decidiera invitarla a comer; usted también es de los míos. Que Dios le conserve el buen gusto (y el apetito) ;-) Un abrazo.
Según en que cosas parecemos almas gemelas.Menuda chorrada estas nuevas tendencias de la gastronomía.Hoy los cocineros son unos capos.Tienen un poder mediático increíble.Son protas de las portadas de las revistas.Son productores de cine.Son las estrellas de la televisión.Son unos estafadores en sus cadenas de restaurantes.Y todo por poner un enorme plato de cuyo centro existe un agujerito en donde poner una chorrada barata e insulsa con ese chorreoncito de chocolate o polvo de oro. Nos hemos convertido nosotros,los pobres,en repelentes entendidos de la gastronomía aunque no nos guste,pero sí nos gusta que el de la mesa de al lado,otros idiotas,nos vean de que somos unos entendidos. Yo puedo ver en el interior de toda esta gente el grito silencioso al ver la cuenta astronómica.Pagan.Después están sin salir un par de meses comiendo pizzas congeladas en casa.
Cuánta verdad encierran tus palabras, Francisco. Leyendo tu comentario me acordé de esos antiguos nobles, arruinados en la miseria, que para aparentar que habían comido se esparcían migajas de pan por el pecho y la barba antes de salir a la calle, jeje... Un fuerte abrazo, amigo.
13 comentarios:
¡Muy bien dicho!, estoy contigo. Dame un plato de paella o un pollo asado y quítame la tontería de la "nueva cocina" minimalista y artística. A pintar con pinceles y óleos (pasteles, acuarelas...) como toda la vida.
"Tonterías, las precisas. Y con la comida no se juega."
Jajaja! Te imagino mirando el plato y maldiciendo al chef. Lo que hace falta es buena cocina, en cantidades normales, y ya está. Se puede hacer un plato con combinaciones de sabores de lo más original y sofisticado, pero ¿por qué no dar una ración normalita? Tampoco me gustan los platos llenísimos, me empacho antes de empezar.
Un abrazo, Kine!
Ahí le ha dado usted, amigo, ahí le ha dado. Donde esté una buena tortilla de patatas que se quite una desestructuración de huevo con emulsión de tubérculo de esas. La comida es para comer, no para ir de fashion por la vida.
un saludo
Jejeje me encantan estas entradas tuyas..
Alguna vez he probado algunos de estos platos de la llamada nueva cocina y me entra la risa cuando veo esos platos en los que casi hay que buscar con lupa la comida. Y la cara de tontos que se nos queda a todos...
De acuerdo con Elvira. Buena cocina en cantidades normales, que los platos demasiado llenos también me agobian..
Besitos en su justa medida.
Yo no es que no la soporte... No lo sé... No puedo permitírmela, así que no tengo el ¿gusto, disgusto? de conocerla (ja,ja).
Un saludo.
De acuerdo que la comida entra por los ojos, pero a veces se pasan, y del precio, mejor no hablemos.
Saludos
Casi nada lo que usted ha dicho, Marcos: pollo asado y paella. Mmmhhh! :-7
Saludos.
A veces, Elvira, no sabe uno si coger los cubiertos o hacerle una foto al plato, jeje...
Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, Crowley. Y la tortilla de patatas uno de los platos estrella de nuestra gastronomía. Rico, rico! ;-)
Saludos.
Yo los he probado poco, Myra; en celebraciones, y porque no había más remedio, jeje...
Un plato nunca está demasiado lleno, eso es que no se tiene suficiente hambre... Lo que sucede es que las mujeres os preocupáis demasiado por la figura ;-)
Me alegro de que te gustara la entrada. El mejor postre: un beso. Pues eso, besos.
No te creas, David, que la cocina tradicional ya empieza a verse influenciada por su hermana rica (y tonta). Y es que a veces se encuentra uno el filete debajo de una hoja de lechuga y esas cosas... Los platos -y me refiero al continente, no al contenido-, cada vez más grandes; y lo de hacer trazos con las salsitas y dejar un punto aquí y otro allá también está muy de moda, jeje... En fin, qué le vamos a hacer, es lo que hay.
Saludos.
El precio de estas cosas es prohibitivo, Sese, aunque no me importa; no las consumo... Donde se ponga un buen serranito que se quite todo lo demás ;-)
Gracias por la visita. Un saludo.
Compa Kinezoe; los que, como es mi caso, tenemos buen saque, no podemos más que compartir tu "visión del asunto". Por otro lado, y dejando a un lado las querencias personales, tengo la impresión de que, de un tiempo a esta parte, se ha generado un boom totalmente artificial alrededor de estas tendencias culinarias que no siempre está justificado. Pero es sólo una impresión; al fin y al cabo, es un mundo al que, prácticamente, no me acerco, mis gustos son bastante más rústicos...
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
Jajaja, yo me muero por cosas tan básicas como una tortilla o unas lentejas, pero las frivolidades culinarias me ponen nerviosa (sobre todo porque no sé lo que como!). Pero si deciden experimentar, al menos que la ración sea abundante, que para pasar hambre ya habrá otros momentos.
Todo esto teniendo en cuenta que yo no puedo permitirme los restaurantes donde se cocinan esas cosas raras con espumas, reducciones y emulsiones :D
saluditos
La cocina de diseño, es eso "diseño" más que cocina. Como "cata" para curiosear sabores abstractos no está mal, pero "pa comer" como Dios manda no hay nada como nuestra cocina tradicional.
¡Ese jamón, esa tortilla, esos asados, esos caldos, esa fabada, este pescadito frito!
Ummmmm, me está entrado un hambre!!! y estoy totalmente de acuerdo con usted, querido Kinezoe.
Manuel Márquez, aquí otro que tiene "buen saque". Mis gustos son también más de andar por casa. Gracias por tu visita, amigo.
Un abrazo.
Lillu, compartimos gustos: una tortilla, un buen potaje, una buena ensalada o ensaladilla... Y raciones generosas, que como bien dices, ya habrá tiempo para pasar hambre ;-)
El Bulli es quizá el paradigma de este tipo de restaurantes con un precio promedio de 300 €/persona. Cocina molecular lo llaman... ¡Venga ya, hombre, y vete con la física a otra parte!. Si yo lo que tengo es hambre, jeje...
Saludos.
Montse, me alegra saber que no tendría ningún problema si decidiera invitarla a comer; usted también es de los míos. Que Dios le conserve el buen gusto (y el apetito) ;-)
Un abrazo.
Según en que cosas parecemos almas gemelas.Menuda chorrada estas nuevas tendencias de la gastronomía.Hoy los cocineros son unos capos.Tienen un poder mediático increíble.Son protas de las portadas de las revistas.Son productores de cine.Son las estrellas de la televisión.Son unos estafadores en sus cadenas de restaurantes.Y todo por poner un enorme plato de cuyo centro existe un agujerito en donde poner una chorrada barata e insulsa con ese chorreoncito de chocolate o polvo de oro.
Nos hemos convertido nosotros,los pobres,en repelentes entendidos de la gastronomía aunque no nos guste,pero sí nos gusta que el de la mesa de al lado,otros idiotas,nos vean de que somos unos entendidos.
Yo puedo ver en el interior de toda esta gente el grito silencioso al ver la cuenta astronómica.Pagan.Después están sin salir un par de meses comiendo pizzas congeladas en casa.
Un fuerte abrazo.
Cuánta verdad encierran tus palabras, Francisco. Leyendo tu comentario me acordé de esos antiguos nobles, arruinados en la miseria, que para aparentar que habían comido se esparcían migajas de pan por el pecho y la barba antes de salir a la calle, jeje...
Un fuerte abrazo, amigo.
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