Me tomo un (pequeño) respiro, amigos. Creí conveniente hacéroslo saber antes de que vayan pasando los días y el blog siga sin actualizar contenidos. Pero no os preocupéis, os dejo en buena compañía: nuestro querido Dino. Y además, que esto no es un adiós, sino un hasta pronto. Sed felices ;-)
De regalo, un par de frases (adivinad de quién):
«Tengo siete hijos. Las tres palabras que más se escuchan en mi casa son: 'hola', 'adiós' y 'estoy embarazada'».
«Lo siento por la gente que no bebe. Se levantan por la mañana y no van a sentirse mejor en todo el día» ...O tal vez sí, a la vista de esta última foto (este añadido es mío, jeje...).
"Medianoche en París" es toda una declaración de amor a la ciudad de París y a sus calles cargadas de historia. Un auténtico regocijo para nostálgicos, que a buen seguro disfrutarán, durante poco más de hora y media, con las continuas idas y venidas de su protagonista, un magnífico Owen Wilson de mirada perdida (sosias del personaje que hiciera famoso Woody Allen), al París de los años veinte.
¿Que cualquier tiempo pasado fue siempre mejor?... Probablemente no, de hecho, a lo largo del film se pone de manifiesto que la insatisfacción con el tiempo presente es uno de los rasgos más característicos de toda persona con un mínimo de sensibilidad y/o inquietud artística; una situación que se ha venido repitiendo en todas las épocas desde que el hombre guarda registros de la Historia. La nostalgia, en definitiva, no es más que la vía de escape de nuestras anodinas vidas, una forma de redimir, si es que se puede, nuestra frustración, nuestro desencanto con una realidad con la que no parecemos encajar del todo y que nos lleva a idealizar y añorar el pasado. ¡Pero qué más da que nos autoengañemos!... Bendita nostalgia si nos colma de ilusión.
Personajes como Scott Fitzgerald, Hemingway, Picasso, Dalí y Buñuel, entre otros muchos, nos acompañan en este maravilloso cuento de hadas en el que, al contrario de lo que sucedía en "La Cenicienta", es al caer la medianoche cuando empieza la magia...
Parece que tuve tino a la hora de reencontrarme con el cine de Woody Allen. No sé cómo habrán sido las cuatro películas que la preceden, pero esta "Midnight in Paris" es una joya. Banda sonora, ambientación, historia... Todo exquisito. Hecha con mucho mimo para nuestro deleite.