En el nido de la tristeza crecieron los mejores versos con alas, entonando solo trinos nocturnos para aliviar las lágrimas de aquellos ocultos en el embozo de la noche que osan decir que no lloran nunca.
Grande Bukowski. "Bukowski me enseñó lo que Tow Waits no quiso decir", cantaba La Frontera. Y la segunda vez que me encuentro hoy esa foto de Bukowski echando gasolina. La primera ha sido en un artículo de la revista "Qué Leer". Doppelgänger fotográfico. O puñetera casualidad, hablando en cristiano. Saludos.
Hola, Kine. Todos tenemos un pájaro triste en nuestro interior. Hay que intentar levarse lo mejor posible con él porque la convivencia es difícil a veces..
Gran Bukowski y mal leído.Es curioso,tengo una entrada pendiente en donde hablo sobre su poesía además de unas imágenes de él saliendo de su casa.Feliz coincidencia,amigo.
No lo conocía, pero me han impresionado sus palabras y ese pájaro que quiere salir y no le deja. Hay que apaciguarlo y de vez en cuando dejarlo salir de noche para que no nos domine y nos agobie y qué mejor manera que con poesía.
Unas palabritas siempre se agradecen. Poco sentido le veo a este invento sin la realimentación de los comentarios. Ya sabéis que mis entradas son muchas veces mero MacGuffin, la excusa perfecta para conversar un rato.
En el nido de la tristeza crecieron los mejores versos con alas, entonando solo trinos nocturnos para aliviar las lágrimas de aquellos ocultos en el embozo de la noche que osan decir que no lloran nunca.
ResponderEliminarPrecioso canto el de tu entrada , Kine.
Un beso y un fin de semana repleto de sonrisas.
Maravilloso poema del Gran Bukowski. Un escritor del que me llegan más sus poemas que el resto de su extensa obra.
ResponderEliminarY quién no tiene su propio pacto de silencio con su bluebird interior, verdad?.
Qué bueno, Kine. Irse a dormir después de escuchar esta joya, es un regalo. Un abrazo.
ResponderEliminarGrande Bukowski. "Bukowski me enseñó lo que Tow Waits no quiso decir", cantaba La Frontera.
ResponderEliminarY la segunda vez que me encuentro hoy esa foto de Bukowski echando gasolina. La primera ha sido en un artículo de la revista "Qué Leer". Doppelgänger fotográfico. O puñetera casualidad, hablando en cristiano.
Saludos.
Hola, Kine. Todos tenemos un pájaro triste en nuestro interior. Hay que intentar levarse lo mejor posible con él porque la convivencia es difícil a veces..
ResponderEliminarUn beso
Gracias a los cinco por pasar y comentar, amigos. Espero que ese pajarillo del que hablaba Bukowski no os dé muchos quebraderos de cabeza.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo a todos y feliz semana.
Gran Bukowski y mal leído.Es curioso,tengo una entrada pendiente en donde hablo sobre su poesía además de unas imágenes de él saliendo de su casa.Feliz coincidencia,amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No lo conocía, pero me han impresionado sus palabras y ese pájaro que quiere salir y no le deja. Hay que apaciguarlo y de vez en cuando dejarlo salir de noche para que no nos domine y nos agobie y qué mejor manera que con poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero con impaciencia esa entrada, Francisco.
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas descubierto a través de mi blog, Valverde de Lucerna.
Un fuerte abrazo a ambos.