jueves, 25 de abril de 2013

No soporto #24

Dos de cine:

(1) Que el título de la película aparezca cuando esta acaba.

Estoy chapado a la antigua. Me gusta el estilo de las viejas producciones: unos pequeños créditos iniciales con el título de la historia en letra bien grande, y al principio, como debe ser.

(2) La brutal descompensación entre el nivel de amplificación de los efectos de sonido y los diálogos en cualquier cinta de acción moderna.

En el cine te revientan los tímpanos, y cuando estás en casa es muy molesto porque tienes que andar siempre bajando y subiendo el volumen.



viernes, 19 de abril de 2013

Interludio musical #15

Nights in White Satin (The Moody Blues, 1967)


Sonidos mayores. Iba a decir que sobran las palabras, pero no, no sobran: están las justas en la letra de esta canción. Buen fin de semana.

martes, 16 de abril de 2013

Enredando: que parezca y no sea

Garfield.


O me estoy volviendo más tonto con el paso de los años (que no descarto), o cada vez nos cuentan peor la película. ¿Por qué esa extraña manía de complicarlo todo hasta el extremo en el cine de acción de nuestros días? Personajes que aparecen sin presentación y como vienen se van, conversaciones en clave, innumerables saltos hacia delante y hacia atrás en el tiempo, subtramas inconclusas que en vez de aportar algo al hilo principal despistan al espectador, un frenetismo en la concatenación de escenas que no te deja siquiera un par de segundos para pensar en la coherencia de lo visto... En fin, un completo caos.

Digo yo que entre dárselo todo mascadito al espectador y confiar en su clarividencia hay posturas intermedias, ¿no creen? Reconozco que estoy perdiendo retentiva (y hasta perspicacia) últimamente, pero me da a mí la impresión de que más que fallo nuestro suele ser fallo del que nos cuenta la historia. Quedan muy pocos buenos contadores de historias en el cine moderno. Suele buscarse sofisticación en la complejidad, cuando a menudo lo "bueno", entendiendo por bueno lo que se disfruta intensamente en el acto y no cuesta trabajo recordar, es normalmente lo más sencillo. Rehúyo el esnobismo elitista.


Cita de Albert Einstein.


Mi forma de verlo es la siguiente: si te empeñas en liar al espectador es conveniente que vayas desenredando el meollo poco a poco, o corres el riesgo de que desconecte. ¡No puedes estar más de dos horas mareando la perdiz! Otra opción es que decidas no aclarar nada, pero en ese caso deberías proporcionarle algo extra en lo que fijarse: que la atmósfera, al menos, esté bien conseguida o sea mínimamente sugerente, que los personajes digan cosas interesantes de vez en cuando, una buena banda sonora, etc.

No se acomplejen, no son los únicos que no entienden nada. Cuando una inmensa mayoría no entendió de la misa la mitad, casi siempre, es por culpa de la escasa o nula pericia del director-guionista-montador. No es nada fácil contar acertadamente una historia; hay que saber hacerlo. Podrás engañar a muchos en la sala de cine, pero en casa, y con el DVD, ya es otra historia. Ahí es donde se da uno cuenta de la cantidad de pamplinas que intentan colarnos.

«Mira, dentro de unos años, la gente, los idiotas, escribirán sobre la mierda que escribo... ¡No sé de dónde coño sale esto!, ¡no sé de qué trata! Y ellos, escribirán sobre lo que trata». (Bob Dylan)

Me cae como una patada en el estómago pero reconozco que aquí tuvo su gracia el cantautor de pelo alborotado.

Por cierto, ¿alguien sabe que fue de la steadicam...? No hay nada más agotador que ver una película de acción rodada con la técnica de cámara al hombro. Involución, amigos.