domingo, 27 de enero de 2013

Interludio musical #14



Sin ningún tipo de reparo al decirlo, si no uno de los mejores discos de la década de los noventa, sí uno de los que más disfrutó quien estas líneas escribe.

Vayan por delante todas mis simpatías y mi más sincero encomio hacia un tipo que me cae francamente bien. Queridos blogueros y blogueras, con ustedes, el todoterreno e incombustible Emilio Aragón.

Préstenle mucha atención a la letra al tiempo que abandonan sus lozanos cuerpos al increíble ritmo de esta música. ¿No les parece incluso terapéutica? Ya quisieran muchos de los grupos y solistas "consagrados" componer así de bien... 422 de Berlín.





NTEK combatiendo el pop indie tristón, ese que inunda nuestro espectro radioeléctrico y que tanto daño está haciendo a una generación a un iPod pegada. ¡Alegría, leñe!

jueves, 17 de enero de 2013

Don Quijote de la Mancha

Don Quijote (por Gustave Doré)


Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con la lectura de un libro, que no saboreaba tanto cada una de las frases que lo componen. El nivel de deleite es tal, que estoy empezando a temer que sea insano... Lejos quedan aquellos días de instituto en que descubría los mil y un avatares que, las más de las veces, acababan con caballero y escudero en el suelo, molidos a palos. La estoy dosificando cuidadosamente porque temo que se acabe demasiado rápido: un par de capítulos al día antes de ir a la cama, no más. Y al placer propio de la lectura, se le suman otros tales como sentir nuevamente el tacto del papel en unas hojas que ya pasaron por mis dedos cuando era niño, o dejarse embriagar por ese olor a "tiempo" que destila mi vieja ─aunque perfectamente conservada─ edición deluxe del 78 (no es la primera vez que me confieso un nostálgico).


Don Quijote y Sancho (por Gustave Doré)


El Quijote es tan grande y son tantas las perlas de sabiduría que atesora entre la infinidad de discursos y viejos refranes que Cervantes pone en boca de sus personajes, que merece ser releído en diversas etapas de la vida. No es libro este de un solo encuentro; alguna nueva enseñanza, algún nuevo dato histórico o literario, siempre se extrae. Por no hablar del increíble sentido del humor con que la cuenta don Miguel de Cervantes, que hace que te rías cuando debieras llorar. No dejo de maravillarme ante tamaña explosión de genialidad. Obra tan magna no he conocido. Merece la pena volver a ella con unos cuantos años más sobre las espaldas; os aseguro que afloran nuevas lecturas y reflexiones. Hay quien dice que es una obra de madurez, y que en esa etapa es cuando más aprovecha su lectura. No lo sé, tal vez; supongo que depende de cuán atenta sea esa lectura. Lo único cierto es que la diversión que nos proporciona es tan intensa y vívida que se siente uno en la gloria entre sus páginas, mejor que en brazos.


Molinos de viento (por Gustave Doré)



¿Os acordáis de aquella serie de dibujos animados que TVE emitió en los ochenta? Yo aún sigo poniéndole a nuestro Quijote la voz de Fernando Fernán Gómez mientras leo.






Don Quijote (por Gustave Doré)


Para acceder a la lectura online del Quijote en su edición del Instituto Cervantes, clic aquí. No es lo mismo que leer en papel, pero está excelentemente anotada y comentada. Yo la uso a modo de guía cuando hay algo que se me escapa o no viene comentado en mi viejo volumen del 78. Esa es una de las cosas buenas que tiene Internet. ¿Veis como no todo es kippel?


Nota: Las cuatro ilustraciones que aparecen en esta entrada son del artista francés Gustave Doré (1832-1883), uno de los que mejor supo plasmar en imágenes los más famosos pasajes de esta obra.