sábado, 1 de diciembre de 2012

Jazz Sessions (XLI)



Chet Baker. Tocó con los mejores. Tuvo unos años buenísimos, el mundo en sus manos. Hasta que la droga y él se cruzaron... Tuvo que ser muy triste ver cómo aquel prometedor muchacho de la Costa Oeste, ese blanquito que empezaba a despuntar con la trompeta, iba malogrando su vida, año tras año, hasta convertirse en un despojo. Su voz, sin embargo, ese suave y melancólico lamento, siguió susurrándonos al oído hasta el final de sus días. Al igual que su trompeta, una deliciosa caricia cargada de nostalgia.

Chet, la trompeta triste del jazz. "Let's get lost".






Notas:
  • Os recomiendo que veáis el documental homónimo de Bruce Weber (año 1988). Ciento veinte minutos desgarradores.
  • De igual forma, nadie debería pasar por alto el comentario que en esta misma entrada nos dejó el amigo Francisco Machuca (aquí). Realiza un retrato espléndido de este singular jazzista.

9 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Este es de sus mejores temas. Un lamento su voz pero también el sonido de su trompeta, la trompeta más triste del jazz. Si bien, este sonido se acentuaba en las baladas y sin embargo, en esta "Let's get lost", sonaba más optimista...pero siempre con un optimismo velado. Un abrazo.

El Doctor dijo...

Chet no daba nada de sí mismo, al revés de la intensidad dramática de la trompeta de Armstrong, o el sonido desprovisto de compasión de Charlie Parker. La música que Chet hacía se sentía abandonada por él. Tocaba las viejas baladas con una larga serie de caricias que no llevaban a ninguna parte y se disolvían en la nada. Pasó la mayor parte de su carrera reproduciendo una y otra vez standards, especialmente "My Funny Valentine". Demostró ser capaz de hacer que incluso la canción más raída sonase fresca y nueva con una profunda penetración emocional, aparentemente contradecida por su estilo natural y directo con una clase de fragilidad casi "femenina".
Chet cayó al vacío en un hotel de Amsterdam mientras escalaba su fachada en busca de su trompeta en la tercera planta. Quería recuperarla sin pasar por recepción porque acababan de expulsarle del hotel.
No puedo dejar de conmoverme cada vez que pienso en Chet allí muerto en plena calle a altas horas de la noche y todo en silencio, porque el sentido del silencio fue la materia prima del músico. Quisiera recordarle para siempre en unos de esos momentos tan característicos de Chet a la hora de interpretar sus temas: se acerca al micrófono, deja pasar cuatro, ocho compases, y desde el mismo momento en que ataca la nota, ésta alcanza toda su plenitud. Consigue una escucha profunda del público porque da toda la significación musical al silencio antes de empezar su solo.
Como si tuviera alas.

Perdona la disertación,amigo Kine,pero adoro a Chet y me ha gustado verle aquí.

Un fuerte abrazo

Kinezoe dijo...

* Totalmente de acuerdo, Marcos. Buena apreciación la tuya en ese matiz.


* ¡¿Que perdone la disertación, Francisco?!... ¡¡Pero si estoy encantado con el texto que nos has regalado!! Muchísimas gracias por tu extenso y jugoso comentario. Ese es el Chet que yo conozco, el que tú has puesto espléndidamente en palabras. Con tu permiso, dejo referencia en mi entrada a tu texto. Ningún amante de este músico puede perdérselo. Mil gracias ;-)


Un fuerte abrazo a los dos y muchas gracias por vuestro tiempo. Sois vosotros, los comentaristas, mis amigos, quienes dais valor a este humilde blog. Un blog que no es más que una extensa lista de las cosas que más me gustan (y algunas que no soporto) ;-) ¡Buena semana!

Marisa dijo...

Adoro a Chet Baker, a esa trompeta que me estremece siempre que oigo las primeras notas, como me ocurre con su tema "Moon love".

Triste final para este trompetista. Vi hace algún tiempo un documental sobre su vida y su obra que me hizo acercarme aún más a él.
Coincido contigo en que el comentario de Francisco Machuca es espléndido.

Gracias por la hermosa canción que dejas, Kine.

Un beso y buena semana.

Montse dijo...

No entiendo mucho del mundillo del jazz, pero creo haber oído ese temazo de trompeta!
Lo que realmente me ha impactado (perdona Kine, pero es la verdad) es el comentario de Francisco, tanto por lo que nos cuenta como por el entusiasmo que transmite ¡para sacarse el sombrero!

Mil besos.

Licantropunk dijo...

Pues justo hace una semana estaba viendo "Let's get lost", una vieja cuenta pendiente. Sensacional película, una de las que invitan a volverse a ver una y otra vez.
Saludos.

ethan dijo...

Anoto varias cosas: película, canción, autor.
Y disfruto del texto de Francisco.
Un abrazo, gracias por la entrada (ya sabes: al ipod)

Anónimo dijo...

Una delicia.

Perfecto para escucharlo una noche de diciembre mientras leo y, como no, me dejo llevar por la suave cadencia de su trompeta.

Abrazo.

abril en paris dijo...

Tus sesiones siempre son estupendas Kine :-D
Solo me queda desearte tambien unas felices fiestas y un año más benigno.
Y que no nos falte a todos ésto que nos canta DINO .

Un abrazo