lunes, 4 de junio de 2012

Citas y fragmentos #13




«Cuando escribes debes deslizarte. Puede que las palabras se retuerzan y entrecorten, pero si se deslizan, entonces hay un cierto encanto que lo ilumina todo. La escritura cuidadosa es escritura muerta. Creo que Sherwood Anderson fue uno de los que mejor jugaban con las palabras, como si fueran rocas, o trozos de comida que se pudieran comer. PINTABA sus palabras en el papel. Y eran tan sencillas que sentías fogonazos de luz, puertas que se abrían, paredes que resplandecían. Veías alfombras y zapatos y dedos. Él tenía las palabras. Encantador. Y sin embargo, eran como balas también. Te podían noquear. Sherwood Anderson sabía algo, tenía el instinto. Hemingway se esforzaba demasiado. Percibías todo ese esfuerzo en su escritura. Eran duros bloques, pegados entre sí. Y Anderson era capaz de reírse mientras te contaba algo serio. Hemingway nunca se reía. Alguien que escribe de pie a las 6 de la mañana no puede tener sentido del humor. Quiere derrotar algo».


Charles BUKOWSKI
(El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco)


Ilustración del libro "El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco"

9 comentarios:

David dijo...

Esto está bien. El libro no lo he leído... A Sherwood tampoco...
A mí, más que leer, lo que me gusta es... rascarme los sobacos,no ;-)
Un saludito.

Kinezoe dijo...

Jajaja... Yo a Sherwood tampoco tengo el gusto de haberlo leído. En cuanto al libro en cuestión es un diario con anotaciones de los últimos años de la vida de Bukowski: mucho ir y venir del hipódromo y las cosas típicas de este escritor, ya sabes, la bebida y todo eso... Está bien, es cortito y se lee en una sentada. Recomendable si alguna vez te sedujo la filosofía bukowskiana ;-)

Un abrazo, David.

Lillu dijo...

Y ahora es cuando me avergüenzo de decir que, a estas alturas de mi vida, todavía no he leído nada de Bukowski!! Imperdonable, tengo que ponerme a ello :D

saluditos

Marcos Callau dijo...

Muy bueno esa reflexión de que Hemingway "quería derrotar algo", muy bueno. Las palabras de Bukowski son muy acertadas. Un abrazo.

Montse dijo...

Lleva mucha razón, porque el escribir debe fluir por sí solo sin esfuerzo. Claro que a las 6 de la mañana, ni sentada tengo yo humor para ná, jaja..
No he leído nada de Bowowski y me apetecería leer esa obra corta pero intensa sin duda.

Un besito ;)

Kinezoe dijo...

* Lillu: Nada de lo que avergonzarse, amiga. Todos tenemos muchas "deudas" pendientes con el cine y la literatura. El tiempo... Espero, eso sí, tengas a bien dedicarle unas líneas llegado el momento. Será un placer leerte y conocer tu opinión. Saluditos.

* Marcos: A mí también me gustó esa frase. Gracias por pasar, amigo. Un abrazo.

* Montse: Cuando la escritura es fluida, el lector lo agradece. En cuanto a Bukowski... bueno, has de saber que es un escritor sin pelos en la lengua. Igual alterna una reflexión tan interesante como esta con la descripción de un episodio salvajemente grosero, por decirlo de alguna forma. Es "distinto" a todo lo demás. Besitos ;-)

Marián dijo...

Pues yo lo que voy a decirte hoy, kene, es que tengo algunos amigos a los que les encanta Bukowski, y por ello he leído algo de él; cosas sueltas, y unas me gustan y otras no. Y creo que al final le daba todo igual, y por eso se desnudaba ante la escritura...no tenía reglas... al final lo han catalogado como un escritor de "realismo sucio".

Creo que su popularidad le ha llegado después de su muerte...pero no sé...tampoco tengo autoridad para hablar con conocimiento de causa...aunque lo mejor de un escritor es, creo, que te haga pensar sin ir por extraños vericuetos...

Besos. Kine, muy interesante la entrada.

Marián dijo...

Kine, Kinezoe, Kine...jajajaja
besos.

Kinezoe dijo...

Hola Merian, ¡ups!, disculpa, Marián quise decir, jajaja... (broma tonta). A lo que iba... No tenía reglas y le daba todo igual, pero tenía claro una cosa: quería escribir. Es cierto que su nombre se ha ido haciendo más y más grande después de su muerte. En vida pasó bastantes penurias hasta ver publicados sus relatos. Durante diez o doce años trabajó como cartero en L.A. en jornadas extenuantes simplemente para poder tener algo que llevarse a la boca mientras se pasaba las noches enteras escribiendo. Fue muy tenaz y eso sí es digno de alabar. Y luego, dentro de lo que es su peculiar estilo, tiene cosas muy buenas y cosas no tan buenas. A su poesía nunca le metí mano y fue éste un género en el que se prodigó bastante. En fin, me alegra mucho que te gustara la entrada. A mí, como ves, me resulta muy interesante este escritor (apareció varias veces en el blog).

Besos y buen fin de semana. Y gracias por el comentario.