domingo, 26 de febrero de 2012

La invención de Hugo (Martin Scorsese, 2011)



Decía Capra que toda buena película debe tener al menos un par de momentos destinados a perdurar. El argumento de cualquier historia puede olvidarse, pero no esos momentos. Esa es una de las cosas que distinguen a una buena de una mala película, o, simplemente, de un trabajo realizado con oficio.

Este último es el caso de "La invención de Hugo", una peli de oficio. Por más que pienso en ella no logro recordar ningún momento que me haya emocionado especialmente. La película pasa sin pena ni gloria, tardando demasiado tiempo en arrancar, demasiado tiempo hasta que comienza a definirse. Está muy bien hecha (se nota que es una producción en la que hay dinero), pero la historia no llega a emocionar y eso es problema de guión principalmente.

Que Scorsese es un cinéfilo empedernido ya lo sabíamos. Que ha hecho gala de su talento tiempo ha, también. Lo triste es comprobar, una vez más, que ninguna de las otrora "viejas glorias" de Hollywood (léase Scorsese, Spielberg, Allen, Eastwood, Coppola, etc.) están ya al nivel de cuando eran jóvenes. Parece que todos echaron el resto hace más de veinte años. El oficio ya se lo presuponíamos al director de "Taxi Driver", "Toro Salvaje" y "Uno de los nuestros" (como el valor al soldado), pero no es suficiente. Vean el episodio piloto de "Boardwalk Empire". Ahí sí hay muestras del Scorsese de antaño.




Por cierto, ni Hugo inventa nada (tan solo repara artilugios), ni la cosa va enteramente con él: tal y como está enfocada es Georges Méliès, un solvente Ben Kingsley, el verdadero protagonista de la película. Los trailers y los títulos en español, a veces, pueden llevar a engaño. Avisados quedan. No hay aventuras ni fantasía en esta cinta, no hay magia, tan sólo un pequeño homenaje a la figura de un pionero. Algunos personajes, además, me parecen francamente desaprovechados, como el librero interpretado por Christopher Lee. Lástima que un papel con tanto potencial como ese se quede simplemente en lo anecdótico.

Parece que este año las dos cintas que han acaparado un mayor número de nominaciones a los premios Oscar, "The Artist" y "La invención de Hugo", optaron por rendir homenaje a los pioneros del cinematógrafo. Ninguna de las dos me parece una obra maestra, pero si tuviera que elegir entre ellas me quedo con la primera. Nuevamente, un año más, lo que más me ha gustado en cine lo he visto en el salón de mi casa, no en una sala de proyección.


[...] "Cinema Paradiso". Eso sí es una historia redonda y uno de los mejores homenajes al mundo del celuloide. Con su banda sonora les dejo.



"Cautivos del mal", "La noche americana", "El crepúsculo de los dioses", "El último magnate"... Hay un buen puñado de títulos de cine dentro de cine que bien merecen un revisionado. "La invención de Hugo" no pasará a la historia, créanme.

martes, 21 de febrero de 2012

Jazz Sessions (XXXVI)



Bueno, pasemos ya a cosas "serias": The Dave Brubeck Quartet y su archiconocido "Take Five", incluido en el álbum Time Out (1959). Seguro que os suena. De diez.


viernes, 17 de febrero de 2012

Citas y fragmentos #12




«En los países con sistemas económicos fuertemente planificados (como la Unión Soviética durante el régimen comunista) era frecuente la formación de largas colas de compradores en las tiendas para conseguir algunos productos. Ese hecho se presentaba en Occidente como un atraso molesto y fastidioso que no afecta a los consumidores de un sistema de mercado. Pero esa supuesta prueba de superioridad encierra una trampa, al no poner de manifiesto que en los países occidentales, de mercado sin racionamiento, también existen colas, sólo que resultan invisibles. Al igual que los mendigos, no perceptibles en las calles cuando lo prohíben las ordenanzas o se los llevan los guardias para ocultárselos a los visitantes ilustres, las colas invisibles las integran, sin formarse materialmente, los compradores atraídos por la oferta, pero que ni siquiera se acercan a la tienda porque no tienen dinero suficiente para adquirir los artículos que desean, como pueden hacerlo los adinerados. Ni en el sistema de mercado ni en el planificado hay existencias suficientes para abastecer de todo a todos. La diferencia esencial está en el modo del reparto. Como en el socialismo planificado la renta estaba repartida con más igualdad, resultaba forzoso el racionamiento con sus colas; en cambio, en un sistema de mercado la riqueza se reparte con mucha mayor desigualdad y origina "colas invisibles", porque sólo una minoría puede obtener los artículos deseados».


José Luis SAMPEDRO. Escritor, humanista y economista español.
(El mercado y la globalización)


domingo, 12 de febrero de 2012

Interludio musical #9

Me encanta este suéter a lo Freddy Krueger. La pieza musical es de reclinatorio. Disfrútenla. No sé qué tendrá la chanson française que me vuelve loco. Huelga decir que esto es para escucharlo a tope de volumen, para dejarse llevar.




...Estoy flotando en mi habitación, me siento ingrávido; si no fuera por el techo hace tiempo que habría abandonado el pequeño habitáculo que me cobija. ¿Será pecado disfrutar tanto con una canción?... No me importa ;-)

jueves, 9 de febrero de 2012

Mis diez del cine de ciencia ficción


Probablemente haya sido esta la lista que más trabajo me ha costado confeccionar hasta la fecha. Y no porque exista un número excesivamente alto de obras maestras en el género, que también (aunque no tanto como en el noir o el western), sino más bien porque las que me gustan de verdad (y son más de diez) lo hacen con locura.

Reconozco que siempre he sentido especial predilección por el tema del Universo y la ciencia ficción. No es que haya sido un devorador atroz de novelas, pero algo he leído, y en cuanto al cine de ciencia ficción también me ha gustado ir siguiéndole los pasos (curioso que es uno, como el de la foto de ahí arriba). Cuando está bien hecho es, sin duda, uno de los géneros más agradecidos. No pocas imágenes nos legó que trascendieron hace bastante tiempo ya el plano estrictamente cinematográfico para convertirse en iconos universales de nuestra cultura. Y si no, miren qué tres planos más maravillosos, símbolo de lo que podrían ser sendas futuribles realidades:





Como suele suceder con todos los géneros, la frontera que lo delimita es bastante difusa, confundiéndose a veces con el terror o la fantasía, o simplemente con el género de aventuras si cambiamos el marco en el que se desarrolla la acción: "Star Wars", sin ir más lejos, no es más que una especie de "Indiana Jones" en el espacio; para el género de aventuras la dejo si algún día llegara esa lista.

Cine negro y western murieron con el periodo clásico. De ciencia ficción es posible encontrar algún buen título relativamente actual, aunque no es muy alta la tasa de adaptaciones cinematográficas que verdaderamente merecen la pena. De los guiones originales mejor olvidarse; parece que Hollywood abrió el nuevo siglo inmerso en plena crisis de ideas. En fin, siempre nos quedará la obra de Asimov, Clarke, K. Dick, Bradbury y compañía para leer en papel... En formato celuloide ─y ordenadas por fecha de estreno─ estas son las que yo elegí.

  • La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956)
  • El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968)
  • 2001. Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)
  • La Amenaza de Andrómeda (Robert Wise, 1971)
  • Cuando el destino nos alcance (R. Fleischer, 1974)
  • Encuentros en la tercera fase (Steven Spielberg, 1977)
  • Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979)
  • Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
  • Desafío Total (Paul Verhoeven, 1990)
  • Doce Monos (Terry Gilliam, 1995)















sábado, 4 de febrero de 2012

El Mayor y la Menor (Billy Wilder, 1942)




Billy Wilder siempre vivió unos cuantos años por delante de su época. En esta película, su primer trabajo como director en Hollywood y unos trece años antes de que Nabokov publicara su famosa y polémica novela Lolita, el genial director de origen austríaco aborda, bajo un tono de comedia en apariencia frívolo, el escabroso tema de la pedofilia de una forma sutil y brillante, casi sin que el espectador llegue a percatarse.






Con guión de Charles Brackett y él mismo, y con la participación estelar de Ginger Rogers, que venía de ganar un Oscar el año anterior por "Espejismo de Amor", y el británico Ray Milland, que lo ganaría a los pocos años con "Días sin huella" (bajo las órdenes de este mismo director, dicho sea de paso), en ella se narran las aventuras y desventuras de una guapa jovencita que, no teniendo suficiente dinero para comprar un billete de tren con destino a Iowa, se hace pasar por una cría de doce años ─globito en mano incluido─ con la finalidad de obtener tan ansiado ticket a la mitad de precio. Ya en el tren conocerá a un apuesto galán, el militar encarnado por Ray Milland (el mayor Kirby, véase el juego de palabras del título), del que pronto quedará prendada.




Es famosa aquella anécdota en la que Wilder pide consejo a un experimentado Lubitsch antes de rodar su primer trabajo como director y éste le sentencia: «Después de 60 películas, todavía me cago vivo el primer día».

Aquí les dejo el tráiler, amigos. Agradable divertimento. Y no tan ingenua como aparenta si uno presta la suficiente atención. Por cierto, treinta años tenía Ginger Rogers cuando se hizo pasar por la chica de doce. Eran otros tiempos.