jueves, 30 de diciembre de 2010

Va de cortos...

No es mala filosofía de vida la que nos presenta Javier Fesser en este espléndido corto de 1995. Su título: "Aquel ritmillo". ¿Quién dijo que Luis Ciges no tiene swing?


En cuanto a este otro, "El Secdleto de la Tlompeta" (también del mismo año y director), es difícil saber de qué va, pero, ¿no es igualmente maravilloso?



Si contáis con media hora de tiempo libre (sé que es difícil, y más en estos ajetreados días) os recomiendo que os relajéis un rato viendo ambos trabajos. Excelentes vibraciones como gran preámbulo a lo que se avecina.


¡Feliz Año Nuevo a todos!


martes, 21 de diciembre de 2010

¡Feliz Dulce Navidad!




¿A quién puede importarle que la Navidad no sea en realidad tan blanca, dulce y divertida como cuentan las canciones si podemos volver a disfrutar de momentos como este?:





"A Marshmallow World" (F. Sinatra y D. Martin)

It's a marshmallow world in the winter
When the snow comes to cover the ground
It's the time for play, it's a whipped cream day
I wait for it the whole year round.

Those are marshmallow clouds being friendly
In the arms of the evergreen trees
And the sun is red like a pumpkin head
It's shining so your nose wont freeze.

The world is your snowball, see how it grows
Thats how it goes whenever it snows
The world is your snowball just for a song
Get out and roll it along

It's a yum-yummy world made for sweethearts
Take a walk with your favorite girl
It's a sugar date, what if spring is late
In winter it's a marshmallow world.


¡Pero si es que tengo que ser nostálgico a la fuerza! ¿Existe acaso algo parecido a esto en nuestra televisión? Me temo que no.



A la vuelta de unos días, y ya arrastrando algunos cientos de gramos más, continuamos por donde lo dejamos: las entradas del concurso. Ahora, disfruten de su tiempo libre, quien lo tenga, y sean muy felices. Nos vemos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Un Pessoa bajo la almohada

El amigo Fandestéphane nos presenta, en su Acompanya'm, si vols..., un suculento recorrido a través de la filmografía de Stéphane Audran, su particular musa inspiradora, y lo adereza, además, con emotivos versos, buena música y un punto de nostalgia y humor muy característico en su persona. Desde allí nos llega la siguiente carta.


Mi apreciado amigo Kine:

Mucho le agradezco su invitación de poder publicar una entrada en su distinguido blog. En primer lugar, quiero decirle que nunca veía el momento adecuado para publicar esta entrada sobre Pessoa en mi blog, y eso, a pesar de que siento por él una gran admiración y de que hace casi un año que la tengo en espera. Ya sabe que han sido constantes la inclusión de sus poemas en algunos comentarios míos, pero eso no era suficiente y siempre pensaba que estaba en deuda con él. Y creo sinceramente, que aquí estará bien protegida y resguardada de mis defectos mentales y manías, y también de correr el riesgo de no ver la luz, pues mi blog tiene fecha de caducidad, no en la indicación del tiempo en que ocurrirá, sino en el lugar, concretamente en el "y 84" y usted ya me entiende...

Aparte de eso, conozco ya suficientemente su respeto hacia todas las opiniones o publicaciones de los cafeteros asiduos, y por consiguiente, espero y deseo, que a pesar de poder herir alguna sensibilidad el poema de Pessoa que inmediatamente pasaré a transcribir, también goce de su beneplácito y pueda publicarlo. Leyéndolo, se dará cuenta de la censura que sufrió durante tantos años, llegando a ser conocido como el poeta olvidado.





EL GUARDADOR DE REBAÑOS (parte VIII)

En un mediodía de fin de primavera
tuve un sueño como una fotografía.
Vi a Jesucristo bajar a la tierra.

Vino por la cuesta de un monte
hecho otra vez niño,
corriendo y rodando por la hierba
y arrancando flores para tirarlas
y riendo de modo que se oyese de lejos.
Se había escapado del cielo.
Era demasiado nuestro para seguir haciendo
de segunda persona de la trinidad.
En el cielo era todo falso, todo en desacuerdo
con las flores y los árboles y las piedras.

En el cielo tenía que estar siempre serio
y de vez en cuando hacerse otra vez hombre
y subir a la cruz, y estar siempre muriendo
con una corona todo alrededor de espinas
y los pies clavados con un clavo con cabeza,
y hasta con un trapo alrededor de la cintura
como los negros en las ilustraciones.
Ni siquiera lo dejaban tener padre y madre
como los demás niños.
Su padre era dos personas,
un viejo llamado José, que era carpintero,
y que no era su padre;
y el otro padre era una paloma estúpida,
la única paloma fea del mundo
porque no era del mundo ni era paloma.
Y su madre no había amado antes de tenerlo.
No era mujer: era una maleta
en la que él había venido del cielo.
¡Y querían que él, que sólo había nacido de la madre,
y nunca tuviera padre para amar con respeto,
predicase la bondad y la justicia!

Un día que Dios estaba durmiendo
y el Espíritu Santo andaba volando,
él se fue a la caja de los milagros y robó tres.
Con el primero hizo que nadie supiese que se había escapado.
Con el segundo se creó eternamente humano y niño.
Con el tercero creó un Cristo eternamente en la cruz
y lo dejó clavado en la cruz que hay en el cielo
y sirve de modelo a las demás.
Después se escapó hacia el sol
y bajó por el primer rayo que cogió.
Hoy vive en mi aldea conmigo.
Es un hermoso niño risueño y natural.
Se limpia la nariz con el brazo derecho,
chapotea en las charcas de agua,
le gustan las flores, las coge y las olvida.

Les tira piedras a los borricos,
roba la fruta de los pomares
y escapa llorando y gritando de los perros.
Y, porque sabe que a ellas no les gusta
y que a todo el mundo le hace gracia,
corre tras las muchachas
que van en grupo por los caminos
con los cántaros a la cabeza
y les levanta las faldas.

A mí me lo enseñó todo.
Me enseñó a mirar a las cosas.
Me señala todas las cosas que hay en las flores.
Me muestra cómo las piedras son graciosas
cuando uno las tiene en la mano
y las mira despacio.

Me habla muy mal de Dios
dice que él es un viejo estúpido y enfermo,
siempre escupiendo al suelo
y diciendo indecencias.
La Virgen María pasa las tardes de la eternidad haciendo calceta.
Y el Espíritu Santo se rasca con el pico
y se monta en las sillas y las ensucia.
Todo en el cielo es estúpido como la Iglesia Católica.
Me dice que Dios no entiende nada
de las cosas que creó
-si es que él las creó, cosa que dudo-.
Él dice, por ejemplo, que los seres cantan su gloria,
pero los seres no cantan nada.
Si cantaran serían cantores.
Los seres existen y nada más,
y por eso se llaman seres.

Y después, cansado de hablar mal de Dios,
el Niño Jesús se duerme en mis brazos
y yo lo llevo en el regazo a casa.

Él vive conmigo en mi casa, a mitad del otero.
Él es el Eterno Niño, el dios que faltaba.
Él es lo humano que es natural,
él es lo divino que sonríe y que juega.
Y por eso es por lo que sé con toda certeza
que él es el Niño Jesús verdadero.

Y la criatura tan humana que es divina
es ésta mi cotidiana vida de poeta,
y es porque él anda siempre conmigo por lo que soy poeta siempre.
Y por lo que mi más pequeña mirada
me llena de sensación,
y el más pequeño sonido, sea de lo que fuere,
parece hablar conmigo.

El Niño Nuevo que habita en donde vivo
me da una mano a mí
y la otra a todo lo que existe
y así vamos los tres por el camino que hubiere,
saltando y cantando y riendo
y gozando nuestro secreto común
que es el saber por todas partes
que no hay misterio en el mundo
y que todo vale la pena.

El Niño Eterno me acompaña siempre.
La dirección de mi mirada es su dedo apuntando.
Mi oído atento alegremente a todos los sonidos,
son las cosquillas que me hace, jugando, en las orejas.
Nos llevamos tan bien el uno con el otro
en compañía de todo
que nunca pensamos el uno en el otro,
pero vivimos juntos los dos
con un acuerdo íntimo
como la mano derecha y la izquierda.

Al anochecer jugamos a las cinco piedrecitas
en el peldaño de la puerta de casa,
graves como conviene a un dios y a un poeta,
y como si cada piedra
fuese todo un universo
y fuese por eso mismo un gran peligro para ella
dejarla caer al suelo.

Después le cuento historias de las cosas sólo de los hombres
y él sonríe, porque todo es increíble.
Se ríe de los reyes y de los que no son reyes,
y le da pena oír hablar de las guerras,
y de los comercios, y de los navíos
que se quedan en mero humo en el aire de los altos mares.
Porque él sabe que todo eso falta a aquella verdad
que una flor tiene al florecer
y que anda con la luz del sol
variando los montes y los valles
y haciendo doler a los ojos los muros encalados.

Después se duerme y yo lo acuesto.
Lo llevo en brazos adentro de casa
y lo acuesto, desnudándolo lentamente
y como siguiendo un ritual muy limpio
y todo maternal hasta quedarse desnudo.

Él duerme dentro de mi alma
y a veces despierta de noche
y juega con mis sueños.
Vuelve unos patas arriba,
pone unos encima de otros,
y aplaude él solito
sonriéndole a mi sueño.

Cuando yo muera, hijito,
que sea yo la criatura, el más pequeño.
Cógeme tú en brazos
y llévame adentro de tu casa.
Desnuda mi ser cansado y humano,
y acuéstame en tu cama.
Y cuéntame cuentos, si acaso despierto,
para volverme a dormir.
Y dame sueños tuyos para que juegue
hasta que nazca cualquier día
que tú sabes cuál es.

Esta es la historia de mi Niño Jesús.
¿Por qué razón que se entienda
no ha de ser más verdadera
que todo cuanto los filósofos piensan
y todo cuanto las religiones enseñan?


Fernando Pessoa, escrito entre 1911 y 1912.
Publicado en el núm. 4 de la revista Athena, en enero de 1925 con el heterónimo de Alberto Caeiro.



Bien señor Kinezoe, ahí le dejo la entrada, esa entrada que ha esperado eternamente el momento de salir publicada en mi blog, y ahora tiene el honor de hacerlo en el suyo. Cuando a veces pensaba en el orden en que debía publicarla -siempre alternándola, evidentemente, con mi Colette- nunca figuraba como la primera, y también vacilaba si debía publicarla entera o por partes. En un comentario que hice hace varios meses, ya incluí fragmentos de las partes 6 y 7.

Creo que así, mi querido amigo, he colaborado y concursado en su exquisito blog, y lo he hecho con gran estima y muy motivado por el aprecio que le tengo, y no movido por el interés de recibir el premio, y si me lo permite, y abusando de su bondad, le ruego acepte mi renuncia a participar en las votaciones, sin que vea en ello motivo de desprecio.

Reciba un fuerte abrazo de un cafetero que no cafetea.

Fandestéphane.

lunes, 13 de diciembre de 2010

De héroes pasados

Marcos Callau, desde El Sueño Eterno, nos regala un precioso poema de su puño y letra para el disfrute de todos los aquí reunidos. No dejéis de visitar su página. Cine, música y literatura del más alto nivel, combinados en un magnífico cóctel ideal para disfrutar cuando el Sol se oculta.

Con esta entrada tengo el honor de presentaros una serie de publicaciones, llegadas aquí desde sendos blogs amigos, donde sois vosotros los que tenéis toda la palabra (o casi toda, pues yo anexaré un par de líneas al comienzo a modo de presentación). Aún no decidí si las iré alternando con alguna que otra entrada mía, pero os aseguro que merece la pena estar atentos. Ahora es cuando no os podéis perder ni una.





De héroes pasados

Si bien es cierto que ser contemporáneo
no es otra cosa que “estar”,
ser a nuestro tiempo simultáneos,
¿cómo consiguieron permanecer
todos aquellos personajes del pasado?
¿qué milagro o pacto diabólico
lograron realizar?

Si una voz registrada en el año 39
puede conmoverme aún hoy en día
si en la década de los cincuenta
me encuentro cada día, al amanecer,
cuando enciendo mi radiocassette
¿qué demonios hago yo
clavado en el tercer milenio?

Películas en blanco y negro
los primeros años del rock
peleando con un swing
rabioso y frenético
cajas de música con luces
que resonaban en las carreteras,
en el interior de un bar,
Allí es donde yo quisiera estar

Sin embargo estoy en este siglo
Tuve un principio lejos de mi tiempo
y tendré un final
seguro e insalvable
un poquito más lejos aún

Entonces, ¿cuál es el secreto
de prevalecer?
¿Qué han conseguido todos esos héroes
que me acompañan día a día?
Quizá tan sólo existieron
para que hoy y siempre
desde aquí los podamos recordar.



Dedicado a Frank Sinatra, Dean Martin, Bobby Darin y a todos los blogs que tienen un pequeño espacio para recordar esta época, como el magnífico “No todo es kippel”.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Una entre cinco



Esa es la probabilidad que tenéis de haceros con un ejemplar de "El Cine contado con sencillez" por gentileza de No todo es kippel, vuestro blog de cabecera. Un veinte por ciento. No os podéis quejar, ¿eh?

Mucho más complicado lo tengo, por ejemplo yo, esta semana, con el pleno al 15 de la quiniela: una posibilidad entre 14.348.907. Si seré iluso jugando...

Seis participantes, cinco papeletas (uno de vosotros, en un noble gesto que le honra, renunció voluntariamente a participar en el sorteo; más fácil que os lo pone al resto). Y el libro es para...



Marcos Callau


¡Enhorabuena!

Por cierto, gracias. Muchas gracias a los seis por haber participado. Fue un honor para mí contar con tales invitados de excepción. Las publicaciones a partir del lunes.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Por los viejos tiempos




Parece que el gusto o la añoranza por lo clásico ─o lo no tan clásico sino más bien por el tiempo pasado, nuestro tiempo pasado─ nunca decaerá. Está claro que no podemos quedarnos anclados en aquellos maravillosos años de nuestra adolescencia o juventud, pero a veces gusta recordarlos con cierta nostalgia. A mí al menos me sucede. Esta lluviosa mañana de domingo me acordé de Loquillo y su John Milner, una canción a la que en su día presté poca atención pero que cada vez me gusta más. Me estaré haciendo mayor.



sábado, 4 de diciembre de 2010

No soporto #18

Las dichosas huelgas de los controladores aéreos.




De vergüenza.

Yo atajaba el asunto de raíz y para siempre... No hay derecho a que esta misma historia se esté repitiendo cada dos por tres coincidiendo con cada nuevo puente o periodo vacacional. Porque no creo que sea precisamente este colectivo el más sufrido, el más maltratado, en los tiempos que corren y con más de cuatro millones de parados a las puertas del INEM.

Aprovecho para expresar mi más profunda indignación.