viernes, 30 de octubre de 2009

I've seen the future, brother

Es una certeza:
La sociedad degenera,
la violencia va en aumento,
se perdieron los valores,
la razón y el sentimiento.






Interesante película, excelente disco y triste realidad.

jueves, 29 de octubre de 2009

Traed maderaaa!! (y VII)

Nos despedimos ─quizá temporalmente─ de esta sección, con una de las más grandes canciones expreso, de la mano de todo un especialista en la materia: el Hombre de Negro y su "Folsom Prison Blues", un tren expreso a revienta calderas.


Johnny Cash, uno de los mayores exponentes de la música country. Hizo lo que le dio la real gana, pero fue grande. Como grande era su inconfundible peinado al viejo estilo Pompadour. Con él les dejo. Espero que les transmita fuerza para afrontar con energía este último tramo de la semana ;-).



sábado, 24 de octubre de 2009

El toque Lubitsch

Puede que fuera Billy Wilder, uno de los mayores admiradores de Lubitsch, quien más cerca estuvo de conseguir eso que denominan el toque Lubitsch: insinuación frente a explicación, sugerir más que mostrar.

Si uno dice dos más cuatro, el público no necesita que le expliciten seis, no es necesario dárselo todo mascado al espectador; la recompensa siempre es mayor cuando se deja que sea éste, por sí mismo, quien descubra la gracia del chiste. Las buenas comedias siempre han funcionado así. Hoy en día, sin embargo, el chiste fácil terminó imponiéndose a la fina ironía. Es como si el fin de la censura hubiera acabado también con el ingenio y sutileza de las comedias. Como ya todo vale, pues vamos a lo más fácil...


Lubitsch y Wilder: Maestro y alumno aventajado



Otro toque que tampoco está nada mal es el "Toque Invisible" del amigo Phil Collins y sus colegas de Genesis. Con él les dejo, mis queridos lectores:


Esto sí que es aunar pasado y presente, clasicismo y modernidad, de la mano de la música con que suelo acompañar mis entradas; poco o nada que ver una cosa con la otra pero, ¿a quién le importa?... Los que me leen desde hace tiempo ya saben que soy un poco disperso y ecléctico en lo que a gustos se refiere. Me apetecía ponerla y ya está. Ahí la tienen! ;-).

¡3XC3L3N73 3J3RC1C10!

Si consigues leer las primeras palabras, tu cerebro descifrará las otras sin el más mínimo esfuerzo...


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Qué maravilla de máquina...

viernes, 23 de octubre de 2009

Jazz Sessions (XIII)

Seguimos con nuestro particular y atípico viaje por el mundo del jazz ─ya dije en su día que no me cortaría un pelo a la hora de traspasar fronteras─, en esta ocasión, con un tema que es conocido también por ser sintonía de diversos programas de televisión. Me estoy refiriendo a esa mágica fusión de jazz y flamenco titulada "Orobroy" ("Pensamiento" en caló), de David Peña Dorantes, un gran virtuoso del piano que lleva escrita a fuego en sus genes la palabra «Andalucía». Espero les guste.




Eficacia probada

Señoras, señores: ante ustedes la mejor crema reparadora y anti-envejecimiento del mercado, la única 100% efectiva.




Regenera, revitaliza, reconstituye, realza... Realmente mágica. ¡La repera!

La práctica totalidad de las mujeres (y hombres) que copan las portadas de nuestras revistas dan buena fe de sus milagrosas propiedades.

jueves, 22 de octubre de 2009

En homenaje a Dean Martin

El amigo Francisco Machuca, desde El Tiempo Ganado (uno de los mejores blogs que haya podido leer desde que ando por la Blogosfera), nos regala, con su post más reciente (que no el último), un espléndido texto sobre la carismática figura de Dean Martin.

Te felicito por la entrada, Francisco. De una forma soberbia, como es habitual en ti, lograste poner en maravilloso negro sobre blanco exactamente la imagen y el concepto que siempre tuve del gran Dino. Muchas gracias por la dedicatoria, amigo. Un fuerte abrazo.

Me quedo con esta frase: "Jamás discutió. Si algo no le gustaba, contaba un chiste y se iba." Así era Dean Martin. Gracias nuevamente.




No dejen de visitar su blog, siempre hay interesantes contenidos de los que aprender.

martes, 20 de octubre de 2009

Hoy es un buen día...



...para escuchar That's Amore. Demasiado tiempo he tardado yo en colgar este vídeo, pero dicen nunca es tarde si la dicha es buena... ¿Ven ustedes por qué Dino fue siempre el más grande?





"The Caddy" es su título original, aunque aquí España, guasones que somos y cual si fuera una peli de Pajares y Esteso, le pusimos "¡Qué par de golfantes!"... No es que sea una maravilla de historia, pero sólo por la escena anterior bien merece un par de visionados, ¿no creen?

Va por ti, va por ustedes! ;-)


"That's amore" (Dean Martin, 1953)

(In Napoli where love is king
When boy meets girl here's what they say)

When the Moon hits your eye like a big pizza pie
That's amore
When the world seems to shine like you've had too much wine
That's amore
Bells will ring ting-a-ling-a-ling, ting-a-ling-a-ling
And you'll sing "Vita bella"
Hearts will play tippy-tippy-tay, tippy-tippy-tay
Like a gay tarantella
Lucky fella

When the stars make you drool just like a pasta fazool
That's amore
When you dance down the street with a cloud at your feet
You're in love
When you walk in a dream but you know you're not
Dreaming signore
Scuzza me, but you see, back in old Napoli
That's amore

domingo, 18 de octubre de 2009

Gilda (Charles Vidor, 1946)

Me gustaría hablaros largo y tendido acerca de las virtudes de "Gilda", otro de los grandes iconos del cine clásico, pero teniendo en cuenta que transcurrieron ya 63 años desde su estreno y que en un par de clics de ratón podríamos hacer llegar a nuestra pantalla cientos de sesudos análisis elaborados por gente que de esto entiende mucho más que yo, creo, sinceramente, que no merece la pena el esfuerzo. Además, hoy no estoy por la labor de teclear demasiado...




Baste con decir que en "Gilda" podemos encontrar, entre otras cosas, uno de los triángulos amorosos más turbulentos de cuantos se hayan podido ver en la pantalla grande: el formado por Rita Hayworth, Glenn Ford y George Macready, espléndidos todos; unas cuantas bofetadas de pura antología (me consta, y además se aprecia, que alguna mano se escapó verdaderamente); y uno de los stripteases más castos a la par que sensuales de todo el periodo clásico (recuérdese aquel famoso guante -objeto de ensoñación de toda una generación- que haría correr ríos y ríos de tinta).

Y bien, como la escena del guante está ya pelín trillada (aunque no seré yo quien se canse de ver a la alegre femme fatale contonearse al ritmo de "Put the Blame on Mame"), preferiría cerrar la entrada con otra escena distinta.

Aquí tienen a la pelirroja de ensueño -las piernas cruzadas, el cabello sobre los hombros y guitarra en mano-, entonando la canción mencionada en lo que hoy denominaríamos un «acústico». La magia del cine consiste en hacernos creer que la voz que escuchamos era realmente suya. Así debe hacerse un playback, señores.



A Glenn Ford le despertó; a mí no me habría permitido conciliar el sueño en una semana... Grande Hayworth. ¿Sabían ustedes que por sus venas corría sangre sevillana por parte de padre? Margarita Cansino era su verdadero nombre. Qué increíble fotogenia...



viernes, 16 de octubre de 2009

No soporto #9

El cine indie pestiño.


Lo esnob, en general, me da patadas en el estómago. Rehuyo.

jueves, 15 de octubre de 2009

Traed maderaaa!! (VI)

Y van cinco (sexta entrega, quinta canción): Long Train Runnin' (The Doobie Brothers).



martes, 13 de octubre de 2009

Ágora (Alejandro Amenábar, 2009)

Después de ver "Ágora" a uno le asalta la sensación de que en esta historia había una gran película. Y digo «había» porque, sin duda, en las manos adecuadas este proyecto habría llegado a mucho más.




"Ágora" es una película sobre la intolerancia, sobre los fundamentalismos, sobre la sinrazón de una religión que a golpe de dogma y espada pretendía instaurarse al precio que fuera. Pero también es una película sobre la ciencia; una película que nos muestra hasta dónde puede llegar la pasión de una mente curiosa, empírica e inconformista en su lucha por trazar un modelo fiel de nuestro Universo.

Desde el punto de vista técnico, y salvo algunos planos donde el cartón piedra canta un poco, el acabado es impecable, no parece una peli de producción española. Eso sí, en mi opinión Amenábar acabó entusiasmándose demasiado con los planos cenitales y alguien debería haberle parado los pies cuando empezó a juguetear con el zoom infográfico.

Su principal defecto radica, sin embargo, en lo disperso de su argumento. La historia deambula sin rumbo definido a lo largo de las dos horas de metraje sin avanzar lo más mínimo y, a pesar de lo apasionado de su personaje estrella, esto es, Hipatia (Rachel Weisz), no consigue llegar con fuerza, no emociona. Cuando alcanza el punto en que podríamos comenzar a sentir cierta empatía por la atormentada Hipatia -la tenaz filósofa y maestra alejandrina que replantearía los estudios de Aristarco de Samos-, la película da entonces un bandazo hacia las trifulcas religiosas y la emoción acaba esfumádose; y así todo el rato en un bucle sin fin. Lástima, porque el tema era verdaderamente interesante, pero no le veo la chispa, no le veo el gancho a la hora de contarlo.

No obstante y a pesar de lo antedicho, se puede afirmar que estamos ante un trabajo correcto, de artesano podríamos decir; de alguien con técnica, pero sin táctica; y que se ve con interés pero, repito, que no llega a emocionar por mucha fe que uno le ponga. Y yo le puse, créanme. La típica película que la ves, te gusta, pero a las dos semanas y media ya no recuerdas ni quién la hizo. Y es para ese preciso instante que os dejo aquí la siguiente foto. Miren qué bien calzaditos van todos... ;-)



viernes, 9 de octubre de 2009

Soy tu hombre






Si quieres un amante, haré todo lo que me pidas.
Si quieres otra clase de amor, llevaré una máscara por ti.
Si quieres un compañero, toma mi mano.
O si sólo quieres pagarla conmigo, aquí estoy.
Soy tu hombre.

Si quieres un boxeador, saltaré al ring por ti.
Si quieres un médico, examinaré cada centímetro de tu cuerpo.
Si quieres un chófer, sube.
O si sólo quieres tomarme el pelo, sabes que puedes.
Soy tu hombre.

Ah, la Luna brilla demasiado. La cadena está demasiado tensa.
La bestia no se irá a dormir. He estado repasando todas esas promesas que te hice y no pude mantener.
Pero un hombre nunca consigue que una mujer vuelva, no suplicándole de rodillas.
Oh, me arrastraría ante ti, nena, y caería a tus pies.
Y le aullaría a tu belleza como un perro en celo.
Y me abriría camino hasta tu corazón. Y rasgaría tus sábanas.
Diría por favor, por favor. Soy tu hombre.

Y si tienes que echar una cabezada por el camino, conduciré por ti.
Y si quieres hacer la calle sola, desapareceré por ti.
Si quieres un padre para tu hijo, o si sólo quieres dar un paseo conmigo por la playa, soy tu hombre.
...



Menuda declaración de amor... I'm Your Man. Leonard Cohen. Año 1988. Un disco antológico.

jueves, 8 de octubre de 2009

Jazz Sessions (XII)

Algunos, los más noctámbulos, la conoceréis únicamente como la sintonía de un viejo programa radiofónico emitido en las madrugadas de la Cadena Ser; otros, los más cinéfilos, a través de la banda sonora de la película The Cotton Club; y puede que haya incluso a quien le suene que la primera versión de este tema se remonta al final de los años veinte con la Duke Ellington Band. Pues bien, para todos ustedes recupero hoy este "Creole Love Call" en su versión de la película dirigida por Francis Ford Coppola en 1984.






miércoles, 7 de octubre de 2009

Hora de hacer justicia

Vaya en reconocimiento a estos cinco grandes olvidados de mi infancia, todos ellos obra de la Hanna-Barbera Productions, pioneros en la creación de dibujos animados para televisión:


El Oso Yogi


Los Autos Locos


Leoncio el León y Tristón


Magilla Gorilla


La Hormiga Atómica


(Los Picapiedra y Scooby-Doo siempre gozaron de mayor fama...)


Cerrando esta escueta entrada y por seguir haciendo memoria, aquí os dejo una bonita balada -en cristalina versión directo- del gran y polifacético Phil Collins, últimamente bastante inactivo, dicho sea de paso:


domingo, 4 de octubre de 2009

Uno de los Nuestros (M. Scorsese, 1990)

Con "Uno de los Nuestros" Scorsese logró crear su particular "Padrino" en versión de andar por casa. No hay que entender mucho de cine para vislumbrar que, desde el punto de vista técnico, la película es impecable; un prodigio de la narración y realización cinematográficas, con una puesta en escena y fotografía envidiables. Está contada en primera persona por su protagonista, el personaje interpretado por Ray Liotta, y abre con un gran flashback cuyo cierre, aproximadamente a la hora de metraje, casa directamente con la escena de arranque, la del maletero.



"Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón quise ser un gánster"...

El director, siempre fascinado por el mundo de la mafia (nunca pudo ni quiso disimularlo), aprovechará el flashback inicial para describirnos la forja de un mafioso ─algo a lo que le dio más de una vuelta a lo largo de su carrera─, para, acto seguido, seguir narrándonos su arriesgado devenir diario.

La interpretaciones, en general, son buenas, destacando por encima de todos un genial Joe Pesci ("You think I'm funny?"), que lograría alzarse con la estatuilla por su recreación del susceptible Tommy, y un magnífico Paul Sorvino como el indiscutible Gran Padrino del grupo, en mi opinión, el papel más convincente (su mirada llega a dar verdadero miedo). Ray Liotta, quizá lo más flojo, se pasa toda la película como si la cosa no fuera con él, y nuestro amigo Robert De Niro ya empezaba en esta época a abusar del histrionismo aunque, no lo vamos a negar, lo hace francamente bien, le van este tipo de personajes oscuros e imprevisibles.

Pero si la dirección de actores es notable, donde verdaderamente da la talla "GoodFellas" es en la planificación de escenas, en la forma de contar la historia. Excepción hecha del flashback inicial, el montaje es perfectamente lineal, sencillo y funcional (¿quién dijo que una peli de gánsters ha de ser confusa?). La concatenación de escenas es una maravilla, utilizándose siempre el comienzo de cada una como elocuente réplica a la anterior y, técnicamente, encontramos genialidades como el siguiente plano secuencia, un verdadero portento en el uso de la steadicam. En él vemos cómo Henry y su chica entran al Copacabana por la puerta trasera evitando así la gran cola de personas a la entrada del local. Las ventajas de ser un gánster...



(Disculpad, aquí está el vídeo)


Aderezando el conjunto, una más que jugosa banda sonora (pelín sobrecargada diría yo) en la que encontramos temas de Tony Bennett, Bobby Darin, Dean Martin o The Rolling Stones, entre otros, y una voz en off que viene a dar algo más de fuerza al insulso de Ray Liotta.

Y bien, ¿dónde falla entonces la película? Pues básicamente en el final. No me parece un final digno para un mafioso. Sobre todo cuando no se trata de un recién llegado, sino que hablamos de un tipo que entró en este mundo siendo un crío y desde su más profunda admiración por esa forma de "vivir" la vida... No digo más por si alguien aún no la vio. La única excusa que tiene es que, supuestamente, está basada en hechos reales, por ahí se salva.

Resumiendo, si os gusta el buen cine de Scorsese (el de antes, no el que hace ahora) y soléis pasarlo bien con las historias de mafiosos, no posterguéis ni un solo instante más el visionado de esta película; seguro que la disfrutáis, a pesar de su precipitado y poco elegante final.


"Los sábados salíamos con nuestras mujeres, pero la noche del viernes, en el Copacabana, era para amiguitas"...



sábado, 3 de octubre de 2009

Take it easy

Hoy es otro de esos días en que me apetece tomármelo con calma...


¿Quién dijo que la Creedence y los Eagles son incompatibles? Debe ser de la pocas cosas en que no estoy de acuerdo con Su Notísima... ;-)

viernes, 2 de octubre de 2009

No soporto #8

Los programas del corazón.


Un estereotipado comité de chismosos soltando sandeces sobre gente sin el más mínimo interés para nadie.

jueves, 1 de octubre de 2009

Acerca de un punto

Sobre puntos, quien más quien menos, todos sabemos algo. El punto y seguido, el punto y aparte (o punto acápite), los dos puntos, el punto y coma, los puntos suspensivos y, si me apuran, hasta la diéresis (también conocida como los dos puntitos) son universales. Los puntos cardinales nos ayudan a orientarnos. Las máquinas de cálculo pueden operar en punto fijo o punto flotante. La bandera de Japón es todo un punto. Aquiles tenía su punto débil (más tarde, a raíz de la película de Wolfgang Petersen, todo el mundo descubriría que, además del talón, estaba Patroclo, su otra debilidad...). En la tarjeta del súper acumulamos puntos. Del carnet de conducir nos los van restando. Si te haces una herida puedes llevarte alguno de sutura. Algo muy ingenioso es un puntazo (también lo es un roce demasiado atrevido, o una pulla de esas que suelen dejarse caer a traición). Y luego están algunos puntos con nombre propio como pueden ser el punto G, en sexualidad (¿realidad o mito?), y el punto de no retorno en aeronaútica. Pero, ¿y el punto ápex?, ¿qué me dicen del punto ápex?. ¿A que éste no les suena tanto?



Les cuento:

El punto ápex es el punto del espacio en la dirección de la constelación de Hércules hacia el cual se dirige nuestro Sistema Solar a la nada despreciable velocidad de 70.000 Km/h, aproximadamente. Fue descubierto por William Herschel en 1783 y supuso una revolución, a nivel de conocimiento, parecida a la de Copérnico en el S.XVI ─recuérdese su teoría heliocéntrica─ al afirmar, en este caso, que el Sol no permanece estático en su posición sino que se mueve, junto con el resto del Sistema Solar, en una dirección determinada: la dirección del ápex. Y, de momento, eso es todo. Punto pelota.