martes, 1 de febrero de 2011

Francamente, querida, me importa un bledo

Marisa juguetea con las letras y las combina con tal maestría que es imposible pasar por El espejo de la Luna y no quedar embelesado con el talento y la sensibilidad que desbordan cada una de sus entradas. En el día de hoy, directamente desde la superficie selenita y convertido ya en texto, llega hasta nosotros otro de sus hermosos reflejos como gran colofón a esta serie de entradas. Disfrútenla.



- Señor, no es usted un caballero.
- Ni usted una dama. No se ofenda. Las damas no tienen ningún atractivo para mí.


Scarlett y Rhett Butler


Estaba acostumbrada a tener las manos tejidas entre esos hilos de marionetas que tan femeninamente sabía manejar. Los levantaba del suelo llevándolos a regiones donde los pies no encuentran la fuerza de la gravedad, y los soltaba divertida estrellándolos en el suelo del teatrillo de su vida. Ella siempre decidía cuándo empezaba y finalizaba la función de sus títeres que siempre la miraban con esa sonrisa eterna pintada en sus caras de cartón. Pero aquella noche, descubrió en el escaparate de la fiesta, a uno que le faltaba en su retablo de colección. No tenía dibujados en su cara los trazos de sus caprichos, ni bailaba al ritmo de su vals de mujer. Su orgullo desenrolló un trozo de hilo para intentar atar de pies y manos a ese altivo títere cuyo atractivo no la consideraba una dama. Su vanidad se confundió con el color verde de su vestido.



No, no te voy a besar, aunque lo necesitas mucho. Ese es tu problema. Deberías ser besada más a menudo, y por alguien que sepa cómo hacerlo.

Rhett Butler


La maestría de su frivolidad no había conseguido engarzar esos hilos alrededor del cuerpo de esa nueva marioneta. Por el contrario, durante el reto había sentido en las muñecas de sus manos, en los tobillos de sus pies, en el centro de su corazón, unos hilos que ÉL había trenzado y que tiraba de ellos acercándola a su boca. Quiso desasirse de ellos pero no pudo. Quiso besarle pero tampoco lo consiguió. Se sintió prisionera de su propia obra de teatro, mientras los labios de Él dirigían las acotaciones de los actos y escenas. El gran teatro del mundo.



Sí, tienes mucha razón. No estoy más enamorado de ti que tu de mí. Dios proteja al que realmente se enamore de ti. Bueno, ¿Cómo quieres el anillo querida?

Rhett Butler


Su arrogancia la taladraba ¿cómo podía atreverse a amarla sin antes haberlo decidido ella? ¿Cómo podía haber descubierto esas mariposas escondidas en su corazón? ¿Cómo se atrevía a insinuar que lo necesitaba? Siempre había sido Ella quien había decidido escalar o descender por el termómetro de su corazón. Siempre le habían rogado permiso para amarla. Sintió unos ajenos hilos de marioneta depositados como crisálida en su corazón.



Sólo sé y comprendo una cosa, y es que te quiero Scarlett, pese a ti y a mí y a ese mundo que se desmorona a nuestro alrededor, te quiero. Porque somos iguales, dos malas personas, egoístas y astutas, pero sabemos enfrentarnos con las cosas y llamarlas por sus nombres.

Rhett Butler


Había conseguido hacer brotar en los labios de ÉL aquellas dos palabras del lenguaje universal, “te quiero”. Por fin pasaba a formar parte de su colección de guiñoles con sonrisa perpetua de cartón. La función acababa de comenzar y sólo Ella sería la que dirigiera el guión de su vanidad infantil. ÉL tenía razón, era egoísta y astuta, y no tenía ninguna intención de dejar de serlo. Le hizo danzar al son de sus desprecios, tiró vehementemente de sus hilos noche y día, acercándole y alejándole según los intereses creados en el drama de su existencia; nunca le agradeció nada, siempre le recordó con soberbia su superioridad de mujer mientras le miraba desde arriba, desoyendo a su propio corazón que le alertaba de la fragilidad de los hilos del amor.



Francamente, querida, me importa un bledo.

Rhett Butler


Y una mañana despertó en el Sur descubriendo que su retablo, que sus marionetas, que su obra, habían sido un sueño del crucero de la noche. Y se encontró en la pesadilla del silencio con mordaza. Buscó a sus títeres pero todos habían desaparecido con el incendio del tiempo. Sólo ÉL apareció como sombra abrazando la soledad y supo que le quería, que le necesitaba, que siempre le había amado entre las bambalinas del orgullo y el egoísmo. Olvidó que ambos eran iguales, y la dignidad del títere esclavo la abandonó dejándole el recuerdo del orgullo que late a merced del viento.


Hoy estoy muy cansada para pensar, ya pensaré mañana.
Después de todo, mañana será otro día.


Scarlett


FRANCAMENTE, QUERIDA, ME IMPORTA UN BLEDO.- Marisa Vegas.- elespejodelaluna.blogspot.com

24 comentarios:

Emetorr1714 dijo...

Francamente, Kine, es un gran colofón al concurso, un gran broche de oro... y no tan solo por la película, si no por las palabras de Marisa, que tan ricamente ha sabido entremezclar entre los diálogos de Scarlett y Rhett. Como muy bien has dicho, sabe juguetear con ellas...

Marisa, tienes una gran habilidad para estos menesteres (todavía recuerdo la luna llena de agosto) y muy sabiamente sabes mostrar los ingredientes para que uno se sienta interesado por la película. Yo no la he visto, y nunca he tenido la necesidad de verla y ni mucho menos de leer ninguna crítica o reseña. Pero creo, y te lo digo sinceramente, que esa particular manera que tienes de exponer cualquier asunto, me hará recapacitar y desistir de mi aversión hacia esa película... y si quieres que te diga la verdad, todavía no sé el motivo de tenerle tanta fobia desde siempre. Espero verla próximamente...

Y de todo lo que has expuesto, puedo deducir una cosa evidente... que los dos personajes centrales de la película tienen esos carácteres fuertes que los distinguen, pero que en definitiva, son también sensibles a esa hermosura llamada amor.

Un beso para ti, Marisa y como siempre, un abrazo para ti Kine

Marián dijo...

Pues qué te puedo decir yo, Marisa...que me ha encantado este post porque esta es una de las películas que he visto varias veces, que me gusta la fuerza de sus personajes, por la sinceridad de él, por la entereza de ella que sabe ir tras lo que desea y le planta cara a la adversidad, me ha encantado leerte en este blog de Kinezoe...Gracias, Marisa.
Un beso grande.

Marcos Callau dijo...

Aplausos para Marisa. Francamente es un txto magnífico. Profundizar así de bien en nuestras películas favoritas es muy comnplicado y ella lo ha hecho de maravilla. Me quito el sombrero. Y ahora mismo reviso u blog. Abrazos.

Kinezoe dijo...

La verdad es que el amigo Fandestéphane tiene toda la razón del mundo, consigues que a uno le entren ganas de ver la película, incluso aunque no le haya prestado nunca demasiada atención. Yo hace años que no la veo (probablemente sea su largo metraje el principal motivo de esa reticencia mía a ponerme delante de la pantalla), lo que no es óbice, sin embargo, para reconocer en ella mucho mérito (sin ser hipocresía). Y es que estamos ante uno de esos títulos que definen a la perfección lo que es el Cine (con letra capital), porque lo tiene todo, incluso una historia entre bambalinas... No sé si será sólo cosa mía, pero es que hay películas como esta que nos ocupa que, pese a gustarme en un primer visionado, es difícil que me ponga a ver por segunda o tercera vez. Podría citar trabajos como: "Los diez mandamientos", "West Side Story", "Memorias de África", "Titanic"... no sé, me dan un poco de pereza. Quizá es que no me gustaron tanto en realidad, o que no las vi en el momento adecuado... porque toda película (todo libro y toda canción) tiene su momento. Soy de los que opinan que no hay que forzar la coyuntura. En fin, a lo que iba, no me enrollo más: chapó por el texto, Marisa. Está tan bien desgranado el juego ese del amor, tan bien contado, que te quedas casi sin palabras (las engatusaste todas y se fueron contigo, jeje...). Yo al menos no sé muy bien qué decir. Que me ha encantado te digo. Las fotografías también son magníficas. Mi enhorabuena por la publicación. Tendremos que darle otra oportunidad a "Lo que el viento se llevó". Es lo menos que podemos hacer tras leerte ;-)

Un beso.

Kinezoe dijo...

Y, por supuesto, muchas gracias por haber participado ^_^

Un abrazo a todos.

Kinezoe dijo...

Abandono el plural en las dos últimas frases de mi primer comentario: «Tendré que darle otra oportunidad a "Lo que el viento se llevó". Es lo menos que puedo hacer tras leerte».

Disculpa, cosas mías... ;-)

Bye-bye!

Lillu dijo...

Bonita entrada! Felicidades a su autora y a ti, Kine, por publicarla aquí. Voy a echar un ojo a su blog, que creo que no lo conozco.

saluditos!

Marisa dijo...

FANDESTEPHANE:
Pues no sé si jugueteo con las palabras o no como decís Kine y tu (con lo seria que me pongo yo cuando escribo...:-) ). Lo que es indudable es que la Literatura es lúdica, generosa a la hora de crear e interpretar, es un juego (de ajedrez, si quieres) como la vida misma.

Muchas gracias por tus palabras, y te las doy de verdad por lo que ambos sabemos.
Hay películas que no se quieren cruzar en nuestro camino y, cuando lo hacen nuestra retina no las retiene por la razón que sea. El subconsciente es sabio y hay que hacerle caso.
La trama de la película es una más de las historias del Sur, pero lo que me sedujo y me sigue seduciendo es lo que bien apuntas, Fan, el carácter de estos dos personajes: la rebeldía exquisita, dulce, infantil e irresistible de Escarlata; y la inteligencia, la dureza con sabor a mantequilla, y la gran capacidad para amar a pesar de su coraza exterior de Rhett. Ambos con demasiadas lacras pero capaces de amar. La película puede parecer un tostón o no, pero la caracterización de estos personajes es magistral, inigualable, una verdadera obra de arte del guionista. Y por supuesto, de la interpretación de los actores.

Que no te voy a convencer, Fan.
Me alegro de que te haya gustado al menos, el jugueteo.
Muchas y sinceras gracias.

Un beso.

Marisa dijo...

MARIÁN:
Me alegro de que hayas disfrutado con el recuerdo de la película. Estoy de acuerdo contigo en que la caracterización de estos personajes es fantástica, auténtica aunque llevada a extremos, pero ambos con un carisma...especial.

Muchas gracias por tus palabras, marián.
Un fuerte beso.

Marisa dijo...

MARCOS CALLAU:
Tus palabras son muy amables, Marcos. Es todo un placer que te haya gustado esa tímida recreación de lo que para mí significa la película.
Muchas gracias.
Un fuerte abrazo.

Marisa dijo...

KINEZOE:
Como le comentaba a Fan, hay películas que se nos atragantan por la razón que sea. A mí también me pasa con grandes títulos del Cine con mayúsculas, y no salgo de mi asombro ni encuentro explicación para ello, pero no me gustan y ya está.
El Cine es como la Literatura, ofrecen un amplio abanico de posibilidades, gustos, preferencias, interpretaciones. Sería aburridísimo que como autómatas nos gustara a todos lo mismo.

Mi agradecimiento por dos cosas, Kine: en primer lugar por tus palabras. A pesar del "largometraje tostón" (jajjaja), celebro que hayas disfrutado del texto. Me halaga. Y en segundo lugar, te felicito por esta iniciativa que has creado para compartir textos, para divulgar de forma tan original, amena y "familyblogguer" las creaciones que a todos nos gusta compartir.

Gracias, pues, y un beso enorme, amigo.

Marisa dijo...

LILLU:
Pues muchas gracias, Lillu, me alegro de que te haya gustado. Yo también me pasaré por tu espacio.
Un abrazo.

Montse dijo...

Un texto magistral, Marisa, una combinación perfecta entre el diálogo de los pesonajes y lo que sus sentimientos esconde, relatados desde fuera, desde tu mirada inteligente.
Lo que el viento se llevó es una gran película porque trata, creo yo, de amor y guerra, los dos conflictos de la humanidad. La fuerza de los personajes es estar en guerra con el amor y lo has descrito magníficamente.

Un beso enorme.

Segundo Sánchez dijo...

Alucinante, vaya diálogo entre los personajes y Marisa. De lo que te he leído hasta ahora, Marisa, me ha parecido maravilloso. Muy bueno expresar y meterse dentro de Scarlett, interpretar su pensamiento y como cayó finalmente en los brazos de Rhett Butler, pero esa fue su perdición.
MUY BUENA ENTRADA, porque has conseguido que yo también me metiera en la piel de los personajes y en el hilo de sus pensamientos.

Maverick dijo...

Butler, ese caballero del Sur "mayordomo" para los menesteres de la díscola Scarlett. Señorita sureña de un tiempo pretérito idealizado. Sus maravillosos vestidos, corsés, todo lo que la rodea representa lo contrario de lo que pensamos deberíamos ser.
Como buena vaca a su libre albedrío, debo decir que a pesar de todo, Rhett tiene un trocito de nuestros corazones, como buen soldado del Sur...

Javier dijo...

En el original, Rhett Butler decía: "Francamente, querida, me importa un carajo". Naturalmente la censura de aquella época lo prohibió.
Me hubiese gustado mucho más.

Muy buen análisis, enhorabuena.

Saludos.

Marisa dijo...

MONTSE:
Es un placer que te haya gustado, Montse. Eres tú la que ha sabido captar magistralmente esa traducción personal que he hecho, de los sentimientos de los protagonistas.
Nunca lo había visto así pero creo que has resumido a la perfección esta película con solo dos palabras: amor y guerra, sentimientos tan antagónicos como complementarios. El amor de esta pareja está en guerra, su guerra está en el amor. Muy acertado, me ha gustado.

Gracias por tus tan amables palabras.
Un beso.

Marisa dijo...

VALVERDE DE LUCERNA:
Muchas gracias por tu valoración. Es una alegría si has disfrutado de ese "diálogo" monologado que ha intentado plasmar lo que no se oye pero se intuye, en la película: los sentimientos d Scarlett.
Sí,su perdición fue caer en los brazos de Rhett, pero su obstinación y terquedad femenina, hace que al final ni acepte ella misma sus sentimientos, poniendo sus últimas palabras como el punto de la "i": "ya lo pensaré mañana".

Un abrazo y gracias.

Marisa dijo...

MAVERICK:
Yo creo que todo tiene su doble cara: la frivolidad de Scarlett, su defecto, (al menos aparente), pienso que es lo que le hace irresistible a los ojos de Rhett.
Estoy de acuerdo contigo, Rhett tiene un trocito de nuestros corazones por ser como es, aunque diría más en mi caso, tiene mi corazón entero ya que simboliza o encarna ese hombre dispuesto a dar todo por amor, sin presumir de ello, al contrario, ocultándolo, pero con una dignidad y personalidad que no se deja pisar al final. De esos hombres, ya no hay...jeje.

Disfruta de ese libre albedrío, Maverick. Nos vemos al sur del Sur.
Gracias por tu comentario y un abrazo.

Marisa dijo...

JAVIER:
Desconocía la versión original de esa frase de Rhett, lo que no me sorprende es el tijeretazo de la censura.
No obstante, independientemente de los términos "bledo" o "carajo", creo que queda muy clara la actitud de Rhett. Esta frase, para mí, es el clímax de la película.

Es un placer que te haya gustado. Gracias por tus palabras.
Saludos, Javier.

abril en paris dijo...

Grandes personajes para una pelicula inolvidable. Y esa frase " Francamente querida...es
¡ LA FRASE !! De esas antológicas.
Me ha encantado la entrada.

¡ Saludos ! :-))

Marisa dijo...

ABRIL EN PARIS:
Frase antológica, sin lugar a dudas, que condensa la síntesis de todo un sentimiento.
Es un placer que te haya gustado.
Muchas gracias, y un abrazo.

El Doctor dijo...

Un gran post para una película mítica.
Un abrazo.

Kinezoe dijo...

Lo suscribo al cien por cien.

Abrazos, amigo.