viernes, 8 de mayo de 2009

Y la Luna se vistió de luz

Esta madrugada, la luz reflejada por nuestro hermoso satélite -en vigorosa fase de Luna Llena- será capaz de proyectar nuevamente por sí sola, como viene sucediendo cada revolución sinódica (*), tenues pero apreciables sombras en plena noche.




Y aunque desde el punto de vista del astrónomo aficionado no sea ésta precisamente la fase idónea para su observación, siempre es fascinante alzar la mirada cuando la Luna alcanza el plenilunio y encontrarla ahí, resplandeciente y altiva, con una magnitud aparente de -12,5 (unas 28.000 veces más brillante que Sirio, la estrella más luminosa de nuestro cielo nocturno), dando lustre a su característica composición de tierras y mares, sí, esas zonas claras y oscuras de su superficie en las que todos hemos creído ver, más de una vez, una misteriosa cara redonda. Sonriente para algunos, triste para otros; eso depende ya de nuestro cambiante estado ánimo.

A ella pues y, por supuesto, a todos vosotros, mis preciados lectores, vayan unos tempraneros y cálidos deseos de Buenas Noches.




(*) Aprovecho el inciso para explicaros lo que considero el concepto más importante (quizá el único destacable entre tanto kippel) de estos breves apuntes: la diferencia entre el mes sideral y el mes sinódico, algo que suele confundirse/olvidarse con relativa frecuencia.

El mes sideral es el tiempo que invierte la Luna en completar un giro alrededor de la Tierra con relación a las estrellas (27,3 días), mientras que el mes sinódico es el período de revolución de la Luna en torno a la Tierra con relación al Sol (29,5 días). Este último, algo más largo que el mes sideral porque la propia Tierra se halla en movimiento alrededor del Sol, necesitando la Luna dos días más para regresar a la misma posición con relación al astro rey. Es el mes sinódico el que marca el tiempo que tarda en repetirse una misma fase.

4 comentarios:

Eduardo dijo...

Felicidades por tu excelente blog. Llegué por dvd y volveré...

Vivian dijo...

Es curioso el efecto que ejerce la Luna, cuando la miras desde el desconocimiento absoluto se presenta como una visión fascinante, y cuando empiezas a conocer acerca de ella, entonces se convierte en un tema apasionante.
Me gustó esta entrada, descubrí conceptos interesantes que desconocía…

Un saludo

Javier Márquez Sánchez dijo...

Una entrada realmente curiosa...

Kinezoe dijo...

Sé bienvenido Eduardo (me alegro de que te guste el blog) y gracias por vuestro fiel seguimiento, Vivian y Javier. A todos, un saludo. Ya sabéis dónde encontrarme ;)