domingo, 30 de noviembre de 2008

Y el mundo va...

«That time will come, one day you'll see, when we can all be friends...»

...Mientras tanto, sálvese quien pueda. La Ley de la Selva y la Ley del Mínimo Esfuerzo son ya casi las únicas que parecen regir nuestras vidas. Esto hace tiempo que no pinta nada bien...

Y es que vivimos en un mundo plagado de incompetentes. Un mundo donde la buena educación y los modales pasaron de moda. Un mundo que ha desterrado la palabra favor y se ha encariñado demasiado con la palabra envidia. Un mundo en el que, para (sobre)vivir, hay que ser bien fuerte. Fuerte, y con suerte.

A pesar de todo, existen un montón de cosas por las que luchar día a día; tan solo hay que encontrarlas y aferrarse a ellas. Sé que estaría bien poder vivir dentro de una película de Capra, al menos, por unos cuantos días al año. Pero lo que hay, es lo que ves. Y conste que hemos de considerarnos afortunados de poder contarlo.

Estamos en crisis, sí. Pero aún no cobran por dar los buenos días (aunque a veces lo parezca).


martes, 18 de noviembre de 2008

Acerca del kippel

«Kippel son los objetos inútiles, las cartas de propaganda, las cajas de cerillas después de haberse gastado la última, el envoltorio de un chicle o el periódico del día anterior. Cuando no hay gente, el kippel se reproduce. Por ejemplo, si se va usted a la cama y deja un poco de kippel en la casa, cuando se despierta a la mañana siguiente hay dos veces más. Cada vez hay más»

«Esa es la primera Ley de Kippel. El kippel expulsa al no-kippel»

¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? (Philip K. Dick, 1968)


¡Cuánta razón tenía Philip K. Dick al hablar del kippel y sus propiedades!, y si no, prueben a dejar de limpiar y ordenar sus casas durante unas semanas y ya verán cómo el kippel, con el polvo y la basura a la cabeza, se adueña de todo.

Pero entre las innumerables fuentes de kippel que existen quizá sea Internet la mayor de todas ellas, porque el kippel también se hace fuerte en la Red: pop-ups, banners, spam, spyware, troyanos, gusanos... y millones y millones de páginas de (des)información entre las cuales cada vez es más difícil encontrar lo que se busca; la kippelización avanza. De hecho, esto es más o menos lo que establece la Segunda Ley de la Termodinámica: "la entropía de un sistema aislado tiende a incrementarse con el tiempo". Es sólo cuestión de tiempo que reine el Caos en el Universo.

No obstante, y para nuestra fortuna, no todo es kippel aún en la Red. A la hora de buscar algo tan sólo hay que tener un poco de perspicacia, paciencia (mucha paciencia) y, por supuesto, suerte. Ustedes ya la tuvieron al entrar en este blog...

domingo, 16 de noviembre de 2008

Lo primero es lo primero

Puede que se pregunten quién se esconde tras el extraño nombre de Kinezoe. Pues bien, bajo este alias he querido fusionar las dos principales entidades virtuales a través de las cuales me he dejado ver en esto que denominan la "Red de redes" (léase Internet). Kinezoe es un acrónimo que surge de la unión entre Kinetoscope y Zoetrope, dos nicks que me acompañan desde hace algún tiempo en mi viaje por la Red.

Supongo que la elección de estos nombres ya dice mucho de por sí. El Zoetrope y el Kinetoscopio fueron dos de los precursores del Cinematógrafo, y como quien esto escribe se considera un gran aficionado al Séptimo Arte, pues poco más hay que añadir. Vaya en reconocimiento a todos aquellos pioneros que pusieron su empeño e ingenio en captar y reproducir imágenes en movimiento.

El cine será casi con toda seguridad el tema que ocupe la mayor parte de mis entradas en esta suerte de bitácora electrónica, pero también tendrán cabida apuntes, comentarios, reflexiones y/o divagaciones de muy diversos temas como pueden ser: el Universo, la vida, la música, la literatura, la ciencia, la tecnología, la noticia de actualidad, el deporte y un sinfín más de materias sin aparente conexión entre sí.

Mi deseo es compartir estas pequeñas anotaciones con todo aquel que pueda interesarse. Prometo no extenderme demasiado en las entradas que vaya realizando. Soy el primero que no dispone de mucho tiempo libre y sé que resulta incómodo leer grandes párrafos en una pantalla de ordenador; para eso ya están los libros, que por cierto, tienen mucho más encanto.

Una vez realizada la presentación de rigor sólo me resta decir que están todos invitados. Sean bienvenidos. Espero no aburrirles demasiado. Muchas gracias por su atención y hasta pronto.